La Catedral de Santiago ha vuelto a ser víctima de un acto vandálico. Nuevas pintadas han aparecido en las últimas horas en la fachada de la Praza da Inmaculada, en una zona próxima al acceso al arzobispado, en el lado opuesto a las casetas de recuerdos. En esta ocasión, se trata de varios nombres escritos en tinta negra sobre la piedra del templo.
Desde el Concello de Santiago han condenado enérgicamente lo sucedido, al tiempo que recordaron que recientemente se llevó a cabo una campaña de concienciación ciudadana sobre la importancia de cuidar el patrimonio, especialmente en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.
Este tipo de acciones no solo suponen un perjuicio para la imagen del monumento más emblemático de Galicia, sino que están tipificadas como infracciones que pueden conllevar sanciones económicas desde los 300 euros, en los casos más leves, hasta posibles consecuencias penales en función de la gravedad del daño causado.
No es la primera vez que el templo compostelano sufre este tipo de agresiones. En 2019 se registraron cinco pintadas reivindicativas en diferentes puntos de sus fachadas. Una de las más recordadas apareció en la Praza do Obradoiro, con un mensaje de corte feminista; otras, en el Arco de Palacio, incluían mensajes contra la monarquía, consignas políticas y símbolos acompañados del emblema del feminismo radical.
En su momento, el Concello también condenó aquellos hechos y expresó su disposición a colaborar con el Cabildo catedralicio para restaurar el daño causado.