En una demostración sorprendente del ingenio humano frente al avance de la inteligencia artificial, el pasado miércoles, en la final del AtCoder World Tour Finals 2025 el programador polaco Przemysław Dębiak, conocido como “Psyho”, venció a un modelo de IA desarrollado por OpenAI en la final del prestigioso AtCoder World Tour Finals 2025.
En una competencia maratónica de diez horas celebrada en Tokio, Dębiak superó por escaso margen a la IA en un desafío de programación altamente complejo, lo que marca un hito en la relación entre cerebro humano e inteligencia artificial en el ámbito del código competitivo.
Este ex‑empleado de OpenAI se proclamó campeón en el desafío “Humans vs AI” tras superar un modelo de IA personalizado de OpenAI. El certamen puso a prueba la creatividad y la resistencia humana frente a la optimización implacable del software de inteligencia artificial.
El concurso planteaba un problema de optimización heurística en una cuadrícula de 30×30 para guiar robots con el mínimo número de movimientos.
El modelo de IA destacó por su velocidad y eficacia técnica, pero Dębiak logró aplicar una solución original que le otorgó una ventaja de 9,5 por ciento sobre el segundo clasificado, la IA.
El desafío exigió resistencia física y mental extrema. Dębiak aseguró haber dormido tan solo unas diez horas en los tres días previos y confesó sentirse “completamente agotado… apenas vivo”. Aun así, esa fatiga fue catalizadora: “Estaba muy cerca del puntaje del modelo”, comentó, lo que le obligó a darlo todo.
OpenAI, patrocinador del evento, reconoció públicamente el resultado. Sam Altman, CEO de la compañía, dedicó a “Psyho” un mensaje en X: “Good job, Psyho” ("Buen trabajo, Psyho").
El administrador del concurso, Yoichi Iwata, destacó que la IA demostró capacidad de optimización, pero careció de la chispa creativa humana necesaria para encontrar la solución ganadora. En contraste, Dębiak apostó por heurísticas innovadoras, alejadas del enfoque puramente algorítmico.
Este triunfo recuerda el célebre enfrentamiento de John Henry, quien compitió contra una máquina vapor para demostrar el valor del ingenio humano. Sin embargo, Dębiak añadió un matiz: “Humanity has prevailed (for now!)” ("La humanidad ha prevalecido, ¡por ahora!"), sugiriendo que su victoria podría ser efímera.
El premio fue de 500.000 yenes (unos 3.000 euros), pero la repercusión fue mayor. Para Dębiak, cuatro veces campeón del TopCoder Open Marathon y miembro de Mensa (asociación de personas de alto cociente intelectual), se trató de un triunfo simbólico. Dębiak trabaja como freelance y su figura es un referente en la comunidad de programación competitiva.
Este episodio confirma que la IA avanza a pasos agigantados: según el índice AI 2025 de Stanford, la tasa de éxito en pruebas de programación pasó del 4,4 por ciento en 2023 al 71,7 por ciento en 2024. No obstante, en retos prolongados y complejos, el intento humano, la intuición y la creatividad siguen demostrando su valor.
No obstante, Dębiak mismo reconoció que existen problemas en los que la velocidad y la coherencia mecánica de la IA podrían imponerse sin esfuerzo. Su victoria, más que un fin, marca un hito en la competencia entre IA y talento humano.