La anestesia pediátrica es un procedimiento seguro, siempre bajo la supervisión de expertos

El Dr. César Bonome, anestesiólogo, detalla las claves que garantizan el bienestar de los niños en el quirófano y disipa las principales preocupaciones de los padres
La anestesia pediátrica es un procedimiento seguro, siempre bajo la supervisión de expertos
Una niña tendida en la mesa de operaciones dentro de un quirófano I CEDIDA

La anestesia en niños es un tema que genera comprensibles inquietudes entre padres y tutores. Sin embargo, como explica el Dr. César Bonome, un reconocido profesional en el campo de la anestesiología, gracias a la evolución de las técnicas y la alta especialización del personal, es un procedimiento muy seguro cuando se realiza por equipos debidamente capacitados y en entornos adecuados.

 

La seguridad en la anestesia infantil es una prioridad absoluta, que se logra mediante la administración por anestesiólogos especializados y equipos con amplia experiencia en el cuidado pediátrico. 

 

El Dr. Bonome afirma que este proceso exige una exhaustiva evaluación preanestésica y la creación de un entorno humanizado que minimice la separación de los padres, y que utilice técnicas anestésicas adaptadas a la edad y situación específica de cada niño. La recuperación de la anestesia y la cirugía en niños suele ser rápida, incluso más que en adultos, asegura el especialista.

Cesar Bonome
El Dr. César Bonome es un reconocido profesional en el campo de la anestesiología I CEDIDA

Entrenamiento y habilidad

La Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) subraya la importancia de que la anestesia pediátrica sea llevada a cabo por personal médico y de enfermería con el entrenamiento y la habilidad adecuados. 

 

Además, estos procedimientos deben realizarse en centros que cuenten con los medios necesarios y que eviten el contacto directo de los niños, especialmente los más pequeños, con pacientes adultos en las plantas de hospitalización o en unidades de cirugía de día.

 

Neurotoxicidad y consideraciones en niños pequeños

Una preocupación común entre los padres surge de una advertencia que la FDA publicó hace años, señalando que la exposición prolongada o repetida a anestésicos generales en animales jóvenes podría causar efectos neurotóxicos. 

 

No obstante, como detalla el Dr. Bonome, la comprensión de cómo ocurre esta neurodegeneración en cerebros en desarrollo no es completa, y se cree que podría estar más relacionada con la neuroinflamación que con la propia anestesia.

 

El Dr. Bonome confirma que las intervenciones quirúrgicas breves y no repetitivas en niños menores de 3 años no han mostrado afectar su desarrollo cerebral. Para cirugías más largas, de más de tres horas, recomienda evaluar cuidadosamente el riesgo-beneficio. 

 

"Los anestesiólogos pediátricos son plenamente conscientes de esta cuestión y emplean técnicas de anestesia multimodal, con anestesia general más superficial y procedimientos lo menos invasivos posible", concluye el Dr. Bonome.

El doctor esta preparando un tiro de jeringa
Las intervenciones quirúrgicas breves y no repetitivas en niños menores de 3 años no afectan su desarrollo cerebral I CEDIDA

Rigurosa monitorización durante el proceso

Durante la operación, el anestesiólogo, un médico altamente especializado, es el encargado de garantizar la seguridad y el confort del paciente en todo momento. Los quirófanos modernos disponen de una monitorización exhaustiva de todos los sistemas vitales, lo que incluye:

 

  • Oxigenación: medida mediante pulsioximetría.
  • Ventilación: controlada con capnografía, que proporciona información continua sobre los valores de CO2, la presión en las vías respiratorias, el volumen pulmonar y la concentración de oxígeno y gases anestésicos.
  • Circulación: monitorizada con electrocardiograma, presión arterial y frecuencia cardíaca; en algunos casos, se utiliza la presión arterial invasiva para una medición continua y fiable.
  • Temperatura: fundamental para evitar la hipotermia, ya que los lactantes son más sensibles al frío.
  • Función neuromuscular.
  • Oxigenación cerebral.
  • Profundidad anestésica: determinada mediante el análisis del electroencefalograma.

 

Más allá de las cifras, el Dr. Bonome enfatiza que el anestesiólogo evalúa continuamente todos los signos clínicos del paciente, interpretándolos en el contexto individual del niño, el tipo de cirugía y la técnica anestésica aplicada. La experiencia y el juicio clínico son pilares fundamentales para asegurar el bienestar del menor durante todo el procedimiento, según el especialista.

 

Consideraciones fisiológicas específicas en pediatría

La anestesia pediátrica también tiene en cuenta las diferencias fisiológicas entre niños y adultos. Por ejemplo, los neonatos pueden requerir dosis de anestésicos locales hasta cuatro veces mayores por kilogramo de peso que los adultos para lograr un bloqueo dermatómico similar, aunque la duración del bloqueo es mucho menor. 

 

Esto se debe a que la mielinización de las estructuras nerviosas es incompleta en los niños pequeños, lo que facilita el bloqueo por anestésicos locales con menores concentraciones, pero con una absorción más rápida y una menor duración del efecto.

 

La anestesia pediátrica es un campo en constante evolución que prioriza la seguridad y el bienestar de los pacientes más jóvenes, gracias a la alta especialización del personal, los avances tecnológicos en monitorización y la continua investigación sobre sus efectos, lo que proporciona tranquilidad a las familias.

La anestesia pediátrica es un procedimiento seguro, siempre bajo la supervisión de expertos

Te puede interesar