En una época donde los destellos de las pantallas se han convertido en compañeros inseparables de la vida cotidiana, la preocupación por el impacto de los teléfonos móviles en los menores no deja de crecer. Lo que parecía ser un avance inofensivo en la conectividad, ahora muestra su cara menos amable: exposición temprana a redes sociales, consumo de pornografía, riesgos de ciberacoso, adicción digital y un aislamiento progresivo de la realidad tangible.
En este contexto, un grupo de familias del Colegio La Salle de Santiago de Compostela ha decidido tomar cartas en el asunto. Un pacto promovido por el ANPA del centro busca retrasar el acceso de los alumnos a los móviles con conexión a internet, defendiendo el derecho de los niños a disfrutar de su infancia sin la presión de las notificaciones y la dependencia de los dispositivos.
Los jóvenes ya reciben información sobre los peligros que esconde la red. Sin embargo, muchos padres consideran que los problemas derivados del uso de smartphones son lo suficientemente preocupantes como para ir un paso más allá e intentar cortar el mal de raíz.
La utilización de dispositivos móviles dentro de las instalaciones está prohibida desde hace años, pero las clases son solo una parte de la vida de los menores. De hecho, es precisamente en las casas donde sucede el ciberacoso, el consumo de pornografía y la gran mayoría de las cuestiones que angustian a las familias.
“Levantar la mano en una reunión no es suficiente. Somos las familias las que les damos el smartphone a los niños, así que debemos ser nosotros los que tomemos acción”
Entendiendo que es un problema de todos y que la responsabilidad del centro va más allá de lo que sucede entre sus paredes, se han marcado el objetivo, a través de iniciativas como pactos, revertir la situación. Por todo ello, han diseñado un documento que compromete moralmente —no es vinculante de forma legal— a no comprar un teléfono con acceso a internet a todas aquellas familias que, voluntariamente, quieran sumarse.
Está dirigido a los escolares de sexto curso de Primaria, ya que han constatado que solamente el 10% de los estudiantes poseen un móvil y hay mucho margen de evitar que el resto consiga uno. En primero de la ESO, por ejemplo, sería absurdo, ya que, confirma el colegio, el 99% de los estudiantes ya lo usa.
“La tecnología es realmente importante, pero los estudiantes siempre tendrán que leer y escribir. La clave está en encontrar un punto medio y que ambos mundos se ayuden”
Se espera que firmen el pacto 50 familias, de las 75 a las que se dirige; es decir, cerca de un 70 por ciento del total. La cifra exacta se sabrá próximamente, puesto que el plazo para adscribirse al compromiso termina hoy.
Uno de los directivos del AMPA, Fernando Rodríguez, ha compartido con este medio las motivaciones iniciales que han llevado al colegio a emprender esta iniciativa: “Hace tres años empezamos a dar formación a los padres para que supieran lo que hacen los hijos en internet. Salían desencajados, porque no tenían ni idea de lo que pueden hacer. Entonces, la preocupación aumentó”.
Al ser preguntado por la recepción de la propuesta de pacto entre las familias, Rodríguez apunta que “mayoritariamente, se está aceptando muy bien”. A esta idea añade que “los niños, en realidad, no sienten como una necesidad tener un smartphone. Solo lo ven como tal cuando el resto de sus amigos lo usa. Por este motivo, si conseguimos que ninguno lo utilice, no llegarán a sentir la necesidad pedir uno a sus padres”.
Con relación a iniciativas futuras, el directivo del AMPA confirma que se planea impulsar este mismo convenio entre las familias del resto de cursos de Primaria. Además, explica que “aunque la iniciativa nazca en La Salle, para que tenga un efecto real y transversal debería acabar siendo un pacto de ciudad”, por lo que no debe descartarse la posibilidad de que esta propuesta sea adoptada a lo largo de los próximos meses por las familias del resto de colegios y centros educativos compostelanos.
"Esto empieza en La Salle, pero queremos que acabe siendo un pacto para todo Santiago. Hay muchos ojos puestos en nosotros"