La ciudad ya calienta motores para uno de los momentos más esperados del verano: los Fuegos del Apóstol. El Ayuntamiento ha aprobado este lunes el inicio del expediente de contratación para el diseño, producción, montaje y realización de los espectáculos pirotécnicos de las fiestas de los años 2025 y 2026, con un presupuesto base de 519.138,04 euros.
Esto supone un notable incremento respecto a la partida del año pasado, que fue de 220.000 euros. El nuevo contrato contempla una inversión de 259.569,02 euros por año, reforzando así la apuesta del Concello por un espectáculo de mayor envergadura.
El evento principal, el del 24 de julio, comenzará a las 23:30 horas y tendrá una duración mínima de 18 minutos. El espectáculo se disparará de forma simultánea desde tres ubicaciones clave: la Alameda, la escalinata de Fontiñas (Parque Carlomagno) y la Cidade da Cultura.
El diseño será único y exclusivo para Santiago, adaptado a las condiciones urbanas y cumpliendo con las normativas de seguridad pirotécnica, especialmente en cuanto a distancias respecto a viviendas e instalaciones.
El segundo espectáculo, previsto para el 31 de julio, también arrancará a las 23:30 horas y se disparará únicamente desde la Alameda. Tendrá una duración mínima de 16 minutos y servirá como broche final a las fiestas.
No hay un sitio específico desde el que se recomiende presenciar los fuegos, ya que pueden influir muchos factores, como la contaminación lumínica o la meteorología.
Sin embargo, sí que se conocen las ubicaciones desde las que se realizarán los trabajos pirotécnicos, por lo que las zonas próximas podrían ser idóneas para disfrutar de ellos con un gran nivel de detalle.
Los del 24 se lanzarán desde la Alameda, el parque Carlomagno (Fontiñas) y la Ciudad de la Cultura. Esta última es una zona particularmente buena, ya que suele haber espacio suficiente para los coches y la altura favorece una interesante perspectiva panorámica.
Por su parte, el espectáculo reservado para el 31 de julio se organizará solamente en la Alameda, por lo que para esta fecha será imprescindible estar en el centro de la ciudad para verlos desde cerca.
En principio, no es necesario tomar ninguna precaución especial para presenciar los fuegos del Apóstol. De hecho, quien quiera disfrutar al máximo de la intensidad de los colores puede intentar acostumbrar la vista a luces tenues los minutos antes. Por ejemplo, evitando la pantalla del móvil y fijando la mirada en el mismo cielo.
Este espectáculo constituye una tradición arraigada en la historial local compostelana. Las citas documentales más antiguas sitúan su origen en el siglo XVI, cuando se iluminaba la plaza del Obradoiro con candelas de colores para resaltar el inicio del día del Apóstol. Ya en los siglos XVII y XVIII aparecen las primeras referencias al fuego como tal y el lanzamiento de cohetes.