El profesorado del taller de pintura y cerámica Beatriz Seijo del barrio compostelano de Santa Marta cumple su segunda tercera semana en huelga para reclamar una mejora en sus condiciones laborales.
Entre las demandas de esta movilización, la cual ha sido secundada por cinco de los siete maestros de la escuela, reclama la compensación de las horas extra que a menudo se veían obligados a hacer, un aumento salarial y una reducción en las ratios de alumnos en las aulas.
Además, exigen la readmisión de una docente que, según apuntan los profesionales manifestados, “traballaba como falsa autónoma” y fue despedida “a raíz da tensa situación que se vive entre empregados e empresa”.
Según relata María Lapido, una de las portavoces del movimiento, su situación de precariedad se remonta al mismo momento de la contratación. “Era unha empresa pequena e todo xurdiu nun contexto de familiaridade, polo que se nos pediron moitos esforzos económicos e o soldo era o mínimo posible”. La idea fue bien recibida entre los empleados, puesto que se entendió como algo temporal que cambiaría cuando la empresa creciese.
Ahora, con la expansión del taller a nuevos centros y el aumento de las matrículas, el profesorado considera que la entidad está en situación de atender sus necesidades y ofrecerles “unhas condicións dignas”.
Hasta que se llegue a un acuerdo, el equipo docente continuará sin cumplir su horario en la escuela, pero impulsando acciones de protesta simultáneas, como clases al aire libre para su alumnado o concentraciones a las puertas del taller Beatriz Seijo.