La tasa turística será una realidad en Santiago de Compostela a partir del próximo 1 de octubre, fecha en la que los establecimientos hoteleros de la ciudad comenzarán a aplicar este nuevo tributo. Así lo aprobó este jueves el pleno municipal, que ratificó la ordenanza reguladora tras el periodo de alegaciones, con los votos favorables del gobierno local (BNG y Compostela Aberta), del PSOE y de los concejales no adscritos, mientras que el PP optó por abstenerse.
El texto aprobado hoy incluye dos modificaciones respecto al votado inicialmente en mayo. La primera es precisamente el establecimiento de la fecha concreta del 1 de octubre como inicio de la aplicación, en lugar de su entrada en vigor inmediata tras la publicación oficial.
La segunda establece un plazo de seis meses para la creación de la comisión de seguimiento, que será asumida por el Foro de Turismo Sostible, en el que participarán representantes del Concello, del sector turístico y de las asociaciones vecinales. Este órgano será el encargado de supervisar el destino de los ingresos recaudados, el 80% de los cuales debe ir destinado a acciones de turismo sostenible, según marca la legislación autonómica.
Además, en este foro también se debatirá próximamente la posible implantación de una tasa específica para el excursionismo.
La concejala de Turismo, Míriam Louzao, calificó la jornada como “un día crucial para el futuro de los vecinos de Compostela”, asegurando que con esta medida el Concello da “un paso decisivo para empezar a equilibrar los costes que genera la actividad turística en la ciudad”.
Cabe recordar que la tasa turística en Galicia es, en realidad, una recarga sobre el impuesto gallego de estancias turísticas, recogido en la Ley de medidas fiscales y administrativas aprobada por la Xunta.
Esta normativa permite a los municipios adherirse voluntariamente y define sus características básicas: se aplica a estancias de entre uno y cinco días y varía entre 1 y 2,5 euros por día, en función del tipo de alojamiento.