El Concello de Santiago restringirá la apertura de nuevos establecimientos de souvenirs en prácticamente toda la zona histórica, así como de negocios automatizados, como consignas o máquinas expendedoras, dentro del recinto amurallado.
La decisión fue anunciada este lunes por la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, durante un desayuno informativo con los concejales del gobierno municipal para conmemorar los dos años de mandato de la coalición entre BNG y Compostela Aberta. Según explicó la regidora, la medida fue aprobada por la junta de gobierno local ese mismo día y se enmarca en una modificación del Plan Especial sobre Usos, que se presentará esta semana en rueda de prensa por parte del concejal de Urbanismo, Iago Lestegás.
Con esta iniciativa, el Concello busca limitar la expansión de negocios vinculados al turismo masivo, con el objetivo de fomentar la diversificación del tejido comercial y proteger el comercio de proximidad, especialmente en el casco antiguo. Desde Raxoi se considera que el actual equilibrio está amenazado por la proliferación de tiendas orientadas exclusivamente al visitante, lo que pone en riesgo la funcionalidad diaria de la zona para los residentes.
La restricción afectará a prácticamente toda la zona histórica, lo que implica una cobertura amplia sobre el corazón patrimonial de Compostela. Además, se aplicará una prohibición a la instalación de negocios automatizados dentro de los límites de las antiguas murallas, en línea con políticas de humanización del espacio urbano y control de la turistificación.
La decisión se suma a otras medidas adoptadas en los últimos dos años por el Ejecutivo local, como la moratoria para nuevos comercios turísticos, la protección del comercio emblemático o la tasa turística, también pionera en Galicia. Todas estas iniciativas apuntan a un modelo de ciudad que compatibilice el atractivo turístico con la calidad de vida de los vecinos.