Esta mañana, entre las 07.00 y las 08.00 horas, una gran tromba de agua ocasionó decenas de incidencias —todavía sin confirmar el número exacto— en Santiago Compostela.
Según informan a este medio desde el departamento de Datos de Meteogalicia, los vientos alcanzaron rachas de 104 kilómetros por hora en la estación del campus. Algo más baja, aunque igualmente muy elevada, la cifra de San Lázaro, que llegó a moverse cerca de los 90.
Sin embargo, lo más notable debido a las inundaciones que se produjeron en algunas zonas como el Campus Sur, Área Central o el Ensanche, fueron las precipitaciones. Según confirman desdela Consellería de Medio Ambiente, entre las 07.50 y las 08.00 se recogieron 12 litros por metro cuadrado; un volumen extremadamente alto que, si se hubiera mantenido durante una hora, habría podido ocasionar daños de una magnitud mucho mayor.
Si bien hubo lluvias durante toda la noche, los expertos apuntan a que las inundaciones y desperfectos fueron causados por esos 10 o 20 minutos, en los que se recogió casi la mitad del volumen de lluvia total del resto de la noche.
El volumen de toda la noche fueron 44 litros por metro cuadrado, que no es nada destacable. Sin embargo, lo llamativo es la intensidad de esos minutos. Si se hubiera mantenido esa intensidad durante una hora, habríamos superado los 70 litros.
Según explican a este medio desde la sección de Predicción de Meteogalicia, lo sucedido fue una borrasca con un frente asociado muy activo, que barrió de oeste a este. Dentro de esta, había lo que se conoce en el ámbito de la meteorología como una línea turbonada.
Esta se define como una línea de tormentas eléctricas, normalmente muy fina, generada delante o a lo largo de frentes fríos y que provoca precipitaciones muy intensas, casi torrenciales, en lapsos de tan sólo unos minutos.
Así, los expertos aseguran que, al igual que su intensidad puede hacerlas realmente peligrosas, tienen una duración muy corta y, una vez pasadas, no hay riesgo de que se repitan.
Medio Ambiente aclara, del mismo modo, que es un fenómeno extremadamente difícil de predecir, ya que aparece en el radar "casi al mismo momento en que empieza a suceder".
En cualquier caso, todo aquel que esté preocupado por la posibilidad de que suceda lo mismo nuevamente puede quedarse tranquilo. Meteogalicia explica que el frente "xa varreu a zona", por lo que, aunque se mantendrán los chubascos, no hay ningún riesgo de que suceda algo similar a lo que vivió Compostela esta mañana.