La USC conmemorará el Día Internacional de la Física Médica en el CiMUS y lo hará hablando de protonterapia de la mano de uno de los referentes mundiales en este campo, Marie Vidal, física médica en el Centro Antoine Lacassagne, en Niza. Su intervención versará sobre los cambios clínicos y las oportunidades que genera la protonterapia, contextualizando su aplicación en el Centro Antoine Lacassagne al que está adscrita. Será el próximo 7 de noviembre, a las 12:00 horas, en el Theatre room del CiMUS, haciendo coincidir su conferencia con la fecha exacta de esta efeméride.
La elección del tema entronca con dos aspectos claves para la USC: por un lado, la reciente ampliación por parte del CiMUS de sus áreas de investigación con una novedosa línea de estudio, la protonterapia, sumando al equipo de este Centro Singular a la nueva investigadora principal Yolanda Prezado, científica referente en París en este campo, y, por otro, la construcción del Centro de Protonterapia de Galicia que según previsiones oficiales comenzará a funcionar en 2026, convirtiendo a esta Comunidad en la primera de España en contar con un centro de estas características.
Desde el CiMUS se quiere poner en valor el hecho de que la protonterapia, también conocida como radioterapia de alta precisión, permitirá situar a Galicia a la vanguardia de los nuevos tratamientos contra el cáncer y se recuerda de que se trata de una apuesta clara de esta Comunidad por la investigación física y sanitaria que redunda en beneficio de la ciudadanía.
La protonterapia ha demostrado una alta eficacia y mayor seguridad que la radioterapia convencional con fotones o electrones. Se trata de una técnica que permite un tratamiento muy eficaz de tumores de difícil acceso o situados en lugares sensibles, con una altísima precisión que acorta, de manera muy significativa, los tratamientos y evita, en buena medida, los efectos secundarios de otras técnicas.
La protonterapia reduce de forma significativa efectos indeseados en tejidos sanos, siendo una forma eficaz para tumores en los que la radioterapia convencional no resulta efectiva y la cirugía no es una opción. A diferencia de la radiación de fotones tradicional, que usa rayos X para atacar el tumor, pero que aplica radiación en tejido sano, la terapia de protones es un tratamiento que dirige protones al tumor, donde depositan la mayor parte de la dosis de radiación.
Con esta terapia, la radiación residual es mínima, lo que reduce potencialmente los efectos secundarios y el daño al tejido circundante. En el caso del cáncer infantil, una de las principales ventajas de los protones en pacientes oncopediátricos es su capacidad de preservación de tejidos sanos.
La precisión de este tipo de radioterapia permite que los más jóvenes puedan aspirar a unas tasas de supervivencia muy elevadas y en unas condiciones de calidad de vida lo más óptimas posibles. En casos como los tumores neuropediátricos, por ejemplo, la protonterapia consigue preservar mejor las funciones neurológicas