Los residentes del barrio de San Lourenzo vuelven a alzar la voz contra un local de ocio nocturno que, pese a haber sido clausurado en dos ocasiones por exceso de ruido, anuncia nuevos conciertos para finales de abril y diciembre. La comunidad vecinal se muestra indignada ante lo que consideran una total inacción del Concello de Santiago, que, según denuncian, no ha tomado medidas efectivas para garantizar su derecho al descanso.

La preocupación no es nueva. En los últimos años, este establecimiento ha sido objeto de múltiples quejas debido al elevado nivel de ruido, que ha sido certificado en dos ocasiones como “no apto” por mediciones oficiales realizadas por una empresa especializada. Sin embargo, la falta de un equipo de medición municipal y de personal formado en esta materia ha dejado a los afectados en una situación de indefensión.

“El ruido no es una señal de prosperidad, el ruido mata”

Los vecinos critican que el problema del ruido y los comportamientos incívicos no se limita a este local en particular, sino que responde a un modelo de ciudad que prioriza el ocio nocturno sin control sobre el bienestar de quienes habitan en ella. Además, denuncian la falta de agentes de la Policía Local para atender estos incidentes, lo que agrava la sensación de abandono institucional.

Lejos de oponerse al desarrollo del ocio y la cultura en Santiago, los vecinos insisten en que cada actividad debe ubicarse en el lugar adecuado. “Todas las industrias ruidosas o nocivas deben situarse fuera de las zonas residenciales”, afirman, pidiendo que el Concello tome medidas para garantizar la convivencia y el derecho al descanso.