La concesionaria del servicio de recogida de basura, Prezero, se sentó hoy a la mesa de negociaciones con el comité de empresa para tratar de llegar a un acuerdo que acabe con la huelga, que ya dura 22 días, y que ha provocado que las calles se llenen de desperdicios. Sin embargo, han llegado a un punto muerto porque la empresa, según fuentes sindicales, se niega a levantar las docenas de sanciones que ha impuesto a lo largo del conflicto.
Según fuentes próximas a la empresa, PreZero estaría dispuesto a aceptar las condiciones solicitadas por el Comité en la reunión de ayer, algunas de ellas exigidas con anterioridad (formación, categorías y protocolo de indefinidos) y ya aceptadas por la empresa, así como el inicio de negociación de un nuevo convenio, siempre que desconvocara de forma inmediata la huelga.
La patronal también exigía que se retirara toda la basura cuanto antes, algo en lo que en principio los trabajadores estarían de acuerdo. Alfonso Seijo, de STL, también señaló que han renunciado a algunos de sus puntos, como la subida salarial del 1% a cambio de otras ventajas, como las categorías o el protocolo para hacer indefinidos.
Sin embargo, no están dispuestos a permitir que sean sancionados docenas de compañeros por lo que se ha dado en llamar "Huelga de brazos caídos". Es decir, días en los que supuestamente no había huelga pero que apenas se retiraban desperdicios. Para agosto hay anunciado un paro indefinido.