En la bulliciosa y a la vez serena Rúa das Casas Reais, a solo un minuto de la histórica Porta do Camiño, se esconde un tesoro culinario inesperado: Los Amigos, el único restaurante de Santiago de Compostela especializado en cocina libanesa auténtica, elaborado por manos originarias del propio país. Pero lo que podría sonar como una propuesta exótica y lejana se convierte, nada más cruzar el umbral de su entrada, en un abrazo cálido que te recibe con fotos de comensales felices, juegos de mesa y un personal que te trata, literalmente, como a un amigo más.
El local cuenta con una terraza amplia, pero también destaca su acogedor interior, que mantiene la estructura de los locales tradicionales del Casco Histórico de la tierra del Apóstol. Las paredes llenas de rostros sonrientes no son una estrategia decorativa, sino una declaración de intenciones: quien come aquí, forma parte de algo más que un restaurante.
La carta de Los Amigos es una travesía por los sabores más representativos del Líbano, con platos que rebosan autenticidad y respeto por la tradición. Destaca su shawarma, servido en pan libanés: una combinación jugosa de carne de vaca con especias típicas orientales acompañada por verduras frescas. El pan, suave pero resistente, funciona como vehículo perfecto para los sabores intensos y bien equilibrados del plato.
A continuación, una selección para compartir: hummus —en su versión más pura y sedosa— y falafel, de esos que delatan su autenticidad con el primer bocado. El interior, de un verde intenso, es prueba de una receta fiel a la original, hecha exclusivamente con garbanzos y habas, sin aditivos ni adornos innecesarios. Crocantes por fuera, tiernos por dentro, cada bolita de falafel es una explosión de sabor y textura.
Es justo decirlo: solo por sus platos libaneses ya valdría la pena cruzar la ciudad. Pero Los Amigos no se detiene ahí.
Para los más carnívoros, el menú también esconde un rincón gourmet más cercano a casa: hamburguesas de autor hechas con mimo y materia prima gallega. Probamos una de las estrellas del local, con 400 gramos de carne procedente del Mercado de Abastos —a tan solo un par de minutos del establecimiento—, doble de bacon, doble de queso y un pan que aguanta la jugosidad sin rendirse. Es una bomba calórica, sí, pero elaborada con tanto equilibrio que cada mordisco resulta sabroso sin resultar excesivo.
El menú también incluye platos clásicos de la gastronomía local como el pulpo o el raxo, pero la experiencia que ofrece Los Amigos va mucho más allá de la fusión o el cruce cultural. Aquí se celebra la convivencia, el respeto al producto y, sobre todo, el valor de hacer sentir bien a quien se sienta a la mesa.
En un mundo donde muchos restaurantes apuestan por la estética o la tendencia, Los Amigos apuesta por algo mucho más difícil de encontrar: la verdad. La verdad de una cocina hecha con raíces, con identidad, con historias que cruzan fronteras. Y también la verdad de un trato cercano, genuino, donde no eres un cliente, sino un invitado. Comer aquí es viajar sin moverse de Compostela, compartir mesa con Oriente Medio y disfrutar de la unión que provee siempre la comida.
Si buscas platos libaneses verdaderos o quieres descubrir hamburguesas únicas con producto local en un ambiente cercano, humano y entrañable, no lo dudes: Los Amigos es una parada obligada en tu ruta por Santiago.