8º-11º
viernes | 3 enero | 2025
La Catedral de Compostela acogió esta mañana la tradicional festividad de la Traslación del Apóstol Santiago, un acto solemne que cada 30 de diciembre conmemora la llegada de los restos del Apóstol desde Tierra Santa —concretamente desde Jeffa, en la actual Palestina— hasta la ciudad picheleira. La celebración, cargada de simbolismo y devoción, congregó a cientos de fieles y peregrinos que acudieron a rendir homenaje al patrón de España.
El acto litúrgico comenzó a las 11.40 horas en la emblemática puerta del Tesoro, donde se inició la procesión encabezada por el Cabildo. La figura protagonista de esta procesión fue el relicario del Apóstol, conocido como Santiago Coquatrix, una obra de orfebrería medieval realizada en oro y plata dorada en el siglo XIV.
La marcha, acompañada por las solemnes melodías de las chirimías, recorrió las naves laterales y la girola, deteniéndose en el transepto norte para presenciar el balanceo del tradicional Botafumeiro, uno de los momentos más emotivos del evento.
La procesión continuó hacia el Pórtico de la Gloria, donde el coro interpretó el motete 'O Beate Iacobe', compuesto por Santiago Tafall en el siglo XIX, en honor al Apóstol. Esta pieza, de gran carga espiritual, fue seguida por el preludio de órgano compuesto por Manuel Cela, quien también participó como organista principal en la ceremonia.
La Misa Estacional, presidida por el Arzobispo de Santiago, Francisco Prieto, fue el momento central de la festividad. Durante la ceremonia, se destacó la participación del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, como delegado regio; la figura encargada de realizar la tradicional Ofrenda de Traslación en representación de todo el país.
En su intervención, Santalices destacó la importancia histórica y espiritual de esta festividad, subrayando su valor como puente entre la fe, la cultura y la identidad gallega. "Síntome hoxe moi honrado e agradecido de exercer como delegado rexio da súa maxestade o rei Felipe VI nesta festividade relixiosa que encadea séculos de historia e compromiso da Coroa cos valores relixioso e culturais que representa para Galicia, España e Europa", expuso.
Asimismo, quiso aprovechar la ofrenda para pedir al Apóstol Santiago "paz en Ucrania, Oriente Medio y en tantos otros escenarios en los que el lenguaje de las armas se antepone a la solución dialogada".
La ceremonia de ayer no solo destacó por su solemnidad litúrgica, sino también por su capacidad para atraer a personas de diversas partes del mundo, interesadas en participar en esta tradición milenaria. Desde la Edad Media, la figura del Apóstol Santiago ha inspirado a millones de peregrinos que han recorrido el Camino, y esta festividad refuerza el legado espiritual y cultural que perdura hasta nuestros días.
La celebración concluyó con la bendición impartida por el arzobispo y la salida del cortejo litúrgico, marcando así el cierre de un evento que cada año renueva el fervor religioso y el compromiso con el patrimonio histórico de Santiago de Compostela.
La Festividad de la Traslación del Apóstol Santiago se basa en una de las tradiciones más arraigadas del cristianismo en España. Según la leyenda, tras el martirio de Santiago el Mayor en Jerusalén, sus discípulos llevaron su cuerpo en un barco hasta las costas gallegas, guiados por la providencia divina. Su llegada a la confluencia de los ríos Ulla y Sar marcó el inicio de lo que siglos después se convertiría en uno de los mayores centros de peregrinación del mundo: el Camino de Santiago.
Este evento es una ocasión para recordar la importancia de Santiago en la configuración de la espiritualidad medieval y el desarrollo de Compostela como destino espiritual y cultural. Desde el siglo IX, cuando se descubrió el sepulcro del Apóstol, la ciudad se ha consolidado como un símbolo de unidad para Europa y el mundo cristiano.
