Con frecuentes pausas bajo los soportales para esperar a que la lluvia permitiese alguna tregua y con la constante compañía del paraguas, los consumidores de Santiago dieron ayer por inaugurada una de las temporadas más esperadas: las rebajas de enero.
Las principales áreas comerciales, como General Pardiñas o la plaza Roja, aumentaron su afluencia, ya alta de por sí en circunstancias normales, aunque algo menos de lo previsto debido al mal tiempo.
Aun con la lluvia, muchos salieron a la calle en busca de las mejores ofertas tras las fiestas navideñas. La mayoría de ellos, eso sí, con la idea de cambiar los regalos de Reyes que no han dado en el clavo y encontrarán mejor provecho en una devolución.
Desde primeras horas de la mañana, los clientes picheleiros acudieron a las tiendas más concurridas de la ciudad. Algunas de ellas ofrecen moderados descuentos iniciales del 20%, pero hay algunos negocios que han puesto toda la carne en el asador con ofertas de hasta el 70% en algunas de sus secciones.
“Junto con las semanas antes de Navidad, es el momento del año en que más trabajo tenemos”, explicó a este medio un empleado de Zara, la tienda más concurrida de la plaza de Galicia.
Asimismo, al ser preguntado por la popularidad de las compras online, aclara que estas no sustituyen las visitas al establecimiento: “La gente compra mucho desde la web, pero siguen viniendo aquí. De hecho, es común que vengan a cambiar un regalo y acaben comprando más cosas”.
Los consumidores confirman esta idea. Varios de ellos señalan que aprovechan el inicio de las rebajas para devolver los presentes navideños que no han triunfado. Sin embargo, más de uno reconoce acabar gastando más de lo que costaban las prendas de las que se querían deshacer.
La otra cara de la moneda es el pequeño comercio. Especialmente, el de la Zona Vieja. Desde la tienda Fábrika Fan señalan que el inicio de este periodo ha sido muy discreto. Su responsable apunta a que el tiempo ha sido determinante: “as rebaixas van da man co tempo, e hoxe por aquí hai pouca xente”.
No obstante, más allá del tiempo, apuntan a que, en general, el comercio local santiagués vive una situación delicada: “desde o verán pasado baixaron moitísimo as vendas. Non sabemos por que, e non ten que ver nada co turismo, porque houbo xente dabondo”. Por ahora, aunque sin demasiadas esperanzas, confían en que las rebajas contribuyan a revertir, aunque sea ligeramente, su complicada situación.
Muchos comercios locales han perdido la fe en los periodos de rebajas. Es el caso de Abrollos, la tienda de ropa ubicada en General Pardiñas. Desde su gerencia, explican a este medio que “las rebajas ya no son lo que eran, porque la mayoría de tiendas, sean pequeñas o grandes, hacen descuentos durante todo el año”.
A esta idea, añade “no es solo que los periodos de rebajas sean cada vez más amplios y ocupen muchos meses, sino que hacen promociones constantes que quitan todo el significado a hacer descuentos en un momento concreto, como el final de la Navidad”.