El Colegio Manuel Peleteiro hace balance del primer año del Plan de Bienestar Digital, un proyecto pionero en Galicia que ha demostrado ser una herramienta eficaz para prevenir los riesgos asociados al uso excesivo de las pantallas entre el alumnado adolescente. La iniciativa, desarrollada en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad Internacional de La Rioja, ha despertado el interés de centros educativos de toda España por su enfoque integral y basado en evidencia científica.
Durante este curso, el colegio compostelano implementó el programa Safety.net con todo el alumnado de 1º y 2º de ESO. Los resultados han sido muy positivos: se ha logrado una reducción significativa de conductas de riesgo vinculadas al uso de tecnologías, especialmente en ámbitos como la exposición a contenidos inapropiados, el ciberacoso o el uso compulsivo del móvil.
El plan no se limitó al trabajo en el aula. Más de 80 docentes del centro recibieron formación específica para detectar e intervenir de forma precoz en adicciones sin sustancia, así como en situaciones de acoso escolar y ciberacoso.
Por su parte, las familias también jugaron un papel clave. A lo largo del curso se organizaron cinco talleres temáticos abiertos a toda la comunidad de Santiago, con más de un centenar de asistentes por sesión. Los temas abordados incluyeron el bienestar emocional en la adolescencia, el consumo de pornografía, la educación afectivo-sexual o las consecuencias del uso de pantallas en la infancia.
Estas actividades contaron con ponentes de primer nivel como la doctora María Salmerón (Asociación Española de Pediatría), el doctor Lluís Ballester (Universidad de las Islas Baleares), el doctor Alexandre García Caballero (Sergas), el experto en convivencia escolar Javier Pérez Aznar y Ignacio Guadix, de UNICEF España.
Desde el centro destacan que uno de los pilares fundamentales del plan fue la colaboración activa entre docentes y familias, además de la necesidad de contar con recursos estables y con el respaldo de la investigación universitaria. “Formar y empoderar a toda la comunidad educativa era clave para detectar señales tempranas y actuar de forma preventiva”, apuntan desde el equipo del colegio.
El éxito del primer año consolida la continuidad del programa, que aspira a reforzar aún más la salud digital, la convivencia y el desarrollo personal de niños y adolescentes, en un entorno cada vez más mediado por las tecnologías.