El Concello de Santiago ha dado un paso más para poner en marcha la tasa turística; un impuesto que se aplicará sobre las estancias en hoteles y otros alojamientos de la ciudad. El pasado viernes, el Gobierno local dio luz verde el proyecto para implantar esta recarga al impuesto autonómico y la ordenanza que lo regula. La medida se llevará al pleno municipal el próximo 16 de mayo para su aprobación inicial.
El impuesto se aplicará a cada noche que los visitantes pasen en un alojamiento turístico de Santiago. La cantidad a pagar dependerá de la categoría del establecimiento y estará limitada a un máximo de 5 noches. Las tarifas oscilan entre 1 y 2,5 euros por noche.
Sin embargo, hay algunas excepciones: estarán exentas las estancias por motivos de salud, competiciones deportivas oficiales, causas de fuerza mayor, y también los menores de edad, personas con un grado de discapacidad superior al 65%, y aquellas que se alojen en albergues juveniles o del Plan Xacobeo.
Los establecimientos tendrán que hacer una declaración semestral de los ingresos generados por esta tasa, y el 80% de lo recaudado se destinará a mejorar la ciudad y promover un turismo sostenible. Además, se creará una comisión municipal para supervisar cómo se gestionan esos fondos.
En la misma sesión, el gobierno municipal también aprobó la licitación para desarrollar nuevos productos y actividades turísticas. El proyecto cuenta con un presupuesto de 181.449,70 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
El objetivo principal es redistribuir el flujo de visitantes, evitando que solo se concentren en el casco histórico y potenciando otras zonas menos conocidas de la ciudad. Además, se busca aumentar el número de turistas durante la temporada baja, ofreciendo alternativas innovadoras y auténticas para descubrir Compostela.
El plan incluye la creación de:
Con estas medidas, Santiago de Compostela no solo apuesta por un modelo de turismo más sostenible y respetuoso con el entorno, sino que también busca equilibrar el impacto económico y social que supone recibir cada año a miles de visitantes. La implantación de la tasa turística pretende compensar el esfuerzo que supone para los servicios públicos de la ciudad atender a un volumen de turistas que, en muchas ocasiones, triplica la población local.
Además, la licitación de nuevas experiencias turísticas abre la puerta a una oferta más diversificada, que no se limite únicamente al recorrido histórico por la Catedral y la plaza del Obradoiro. La intención del Concello es dar a conocer otras facetas de Compostela, explorando sus entornos naturales, su patrimonio menos conocido y la vida local más allá del centro monumental.
La estrategia marca una clara intención por parte del gobierno municipal de repensar el modelo turístico de la ciudad, apostando por la calidad frente a la cantidad, por la sostenibilidad frente a la masificación. En definitiva, un compromiso por construir un Santiago de Compostela que siga siendo un destino de referencia, pero con un turismo que cuide de su historia, su cultura y de quienes la habitan.