Mientras seis de cada diez personas en exclusión severa siguen fuera del mercado laboral en Galicia, una cifra revela esperanza: más de 700 personas consiguieron empleo en 2024 gracias al acompañamiento de Cáritas Diocesana de Santiago. La entidad apoyó en total a 2.188 personas en su búsqueda de trabajo y dedicó una cifra récord de 2,17 millones de euros, un 14% más que el año anterior, para fomentar la inserción sociolaboral.
“La inserción sociolaboral es la única vía para facilitar itinerarios de libertad personal y autonomía de las familias”, subraya Pilar Farjas, directora de Cáritas Diocesana, que coordina la acción de las Cáritas interparroquiales de A Coruña, Aurosa, Carballo, Pontevedra y Santiago de Compostela.
Los datos perfilan claramente al grupo que más necesita apoyo: mujeres (69%), muchas de ellas mayores de 45 años (37%), con estudios básicos o no homologados. La mayoría son personas extranjeras, sobre todo procedentes de Venezuela (40%), Colombia (21%) y Perú (19%).
A estas circunstancias se suman otras barreras difíciles de sortear: falta de competencias digitales, escasa experiencia laboral o incluso baja autoestima. Por eso, Cáritas apuesta por una atención integral e individualizada, con itinerarios prácticos que se adaptan a cada situación.
Una parte importante de la inversión fue al programa Arroupa, la empresa de inserción sociolaboral de Cáritas especializada en la reutilización textil. Allí, el 83% de las personas contratadas forman parte también de los itinerarios de inserción. Un modelo que combina sostenibilidad, empleo y dignidad.
La acción de Cáritas se enmarca en la celebración del 10º aniversario de su apuesta por la economía solidaria, una visión que pone en el centro a las personas, no al rendimiento económico. En un contexto en el que la exclusión laboral afecta cuatro veces más a quienes viven en exclusión severa, estos programas muestran que otra forma de hacer economía es posible.
Cáritas Diocesana de Santiago trabaja en 110 ayuntamientos de A Coruña y Pontevedra, a través de una red de 317 Cáritas parroquiales que alcanza a 1,3 millones de personas, lo que representa casi la mitad de la población gallega.