Santiago de Compostela, 22 de octubre de 2024 - La Xunta de Gobierno aprobó ayer el proyecto para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la almendra histórica de la ciudad, en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021. El concejal de Movilidad y Convivencia, Xan Duro, explicó que esta medida busca mejorar la calidad del aire, mitigar el cambio climático y fomentar modos de transporte más sostenibles, además de impulsar la eficiencia energética. "Dálle continuidade ao traballo iniciado no pasado mandato, cun primeiro documento presentado a finais de 2022", señaló el concejal.
El proyecto tuvo que actualizarse para adaptarse al Real Decreto 1052/2022, que regula las Zonas de Bajas Emisiones. Duro destacó que el plan aprobado ayer también toma en cuenta el Plan de Movilidad Urbana Sostenible y las medidas implementadas previamente, como los bolardos inteligentes instalados para controlar el acceso a la zona histórica dentro del proyecto Smartiago.
El proyecto establece dos objetivos clave: controlar la calidad del aire y restringir el acceso de vehículos a la ZBE. "Insta á instalación de tres novos sensores para medir a calidade do aire e garantir as medidas correctivas necesarias en tempo real", explicó Duro. Estos sensores se colocarán en puntos estratégicos como Costa Vella, San Francisco o la Facultad de Medicina, y Porta Faxeira.
En cuanto a las restricciones, el concejal afirmó que las medidas ya han sido incorporadas en la nueva Ordenanza de Circulación aprobada recientemente. El acceso a la ZBE se realizará a través de puntos con bolardos electrónicos y cámaras lectoras de matrículas, y se contará con un sistema de monitorización en tiempo real.
El proyecto también contempla una señalización clara y reconocible de la ZBE, siguiendo las pautas de la Dirección General de Tráfico, y se aprobará una Ordenanza Municipal reguladora que incluirá medidas restrictivas, incentivadoras y sancionadoras.
Además, la Xunta de Gobierno aprobó ayer el reinicio de la licitación del servicio de mantenimiento y gestión del tráfico y del túnel del Hórreo. La licitación fue paralizada tras estimarse algunos recursos sobre los criterios de selección del personal. El contrato, con un presupuesto de 4,2 millones de euros, duplica al actual y mejora el software de control, bolardos inteligentes y sistemas de cámaras del proyecto Smartiago.