La Audiencia Provincial de Santiago de Compostela ha condenado a tres años de prisión a un hombre de nacionalidad italiana por un delito de lesiones agravadas y a una multa de dos meses con una cuota diaria de cuatro euros por un delito leve de lesiones. La sentencia, que fue dictada este 9 de mayo, considera probado que el acusado agredió de forma violenta a dos peregrinos en el casco histórico de Santiago en agosto de 2023.
Los hechos ocurrieron en las inmediaciones de un pub situado en el casco antiguo de Santiago, donde el condenado protagonizó un altercado con los ocupantes de un vehículo, rompiendo el parabrisas del coche a puñetazos. Según recoge la sentencia, el hombre, visiblemente alterado y gritando en italiano, persiguió a un grupo de peregrinos hasta la intersección entre dos calles, donde se abalanzó sobre una de las víctimas, a la que agarró por los brazos y lanzó contra un escaparate, para después golpearla en la espalda.
La sentencia detalla que, al intervenir un compañero de la primera víctima, el acusado lo agredió con extrema violencia, propinándole dos puñetazos en la cara que lo derribaron al suelo, donde quedó inconsciente tras golpearse en la cabeza. A continuación, el agresor le propinó varias patadas en el cuerpo y en la cabeza, aumentando el riesgo de lesiones graves. La brutal agresión solo cesó cuando otros peregrinos que presenciaron los hechos intervinieron para separarlos, momento en que el acusado huyó del lugar. La Policía Nacional, guiada por los testigos, localizó al agresor escondido en un garaje cercano, tumbado en el suelo para evitar ser encontrado.
Las consecuencias para las víctimas fueron significativas. Una de ellas sufrió un traumatismo craneoencefálico con hematoma epidural y fractura en la región frontal, lo que requirió hospitalización durante cinco días, incluyendo estancia en UCI y neurocirugía. El tiempo de recuperación se prolongó durante 223 días, de los cuales 56 fueron de pérdida de calidad de vida, incluyendo dos días de carácter muy grave. Las secuelas estéticas incluyen cicatrices y abrasiones en distintas partes del cuerpo.
La otra víctima sufrió una contusión dorsal y un trastorno por estrés agudo que precisaron atención médica y tratamiento sintomático.
La sentencia condena al acusado a indemnizar a las víctimas con un total de 16.627,33 euros para el hombre agredido y 650 euros para la mujer afectada. Además, deberá abonar al Sergas la cantidad de 4.792,59 euros en concepto de gastos médicos.
Asimismo, se le impone una orden de alejamiento de 500 metros respecto a las víctimas, así como la prohibición de comunicación durante un período de cuatro años.
El tribunal descarta que existiese un intento de homicidio, aunque reconoce la extrema violencia de la agresión. Según se recoge en la sentencia, "no existe certeza sobre la intención de matar", pero sí queda probada una clara intención de lesionar. Por ello, se le condena por un delito de lesiones agravadas al considerar que las patadas en la cabeza incrementaron significativamente el riesgo de daño grave.
La Audiencia Provincial ha considerado, además, que no procede la sustitución de la pena por la expulsión del territorio español, ya que el condenado es ciudadano de la Unión Europea y no representa una amenaza grave para el orden público.