La huelga prevista para el pasado viernes 14 de marzo en el transporte urbano de Santiago fue suspendida temporalmente para dar una oportunidad a la negociación, pero el conflicto sigue sin resolverse. El personal de Tralusa y Aulusa, principales operadoras del servicio y ambas pertenecientes al grupo Monbus, se concentró en la Plaza de Galicia para reclamar el fin de la discriminación laboral que sufren desde hace años.
A pesar de este gesto, los trabajadores mantienen la huelga convocada para el 21 de marzo y la huelga indefinida a partir del 1 de abril si la empresa no accede a sus demandas.
Según explicó Inácio Pavón, representante de la FGAMT-CIG, la suspensión de la huelga fue una petición de los mediadores, aunque criticó que la reunión clave se convocara en el último momento, justo un día antes del paro previsto.
Aunque aún no hay acuerdo ni preacuerdo, el sindicato valora que ha habido avances en la propuesta laboral, que hasta ahora era discriminatoria para parte del personal.
El problema de fondo es la diferencia de condiciones laborales entre los trabajadores de Tralusa y Aulusa-Santiago, a pesar de formar parte del mismo grupo empresarial.
Los empleados de Tralusa tienen turnos fijos y un cuadro de servicios rotatorio mensual, mientras que los de Aulusa-Santiago son "correquendas", es decir, se ven obligados a cubrir huecos libres en cualquier línea, con horarios cambiantes y sin plaza consolidada.
Esta desigualdad ya ha sido denunciada ante la Inspección de Trabajo, que en su día obligó a Monbus a equiparar algunos derechos entre ambos colectivos, como el pago de un plus salarial y la conversión de contratos temporales en indefinidos. Sin embargo, años después, siguen sin incluirlos en el cuadro de servicios, lo que mantiene la precariedad de estos trabajadores.
El próximo encuentro entre empresa y trabajadores será el lunes 17 de marzo a las 12:00 horas en el Consello Galego de Relacións Laborais, con otra reunión programada para el jueves 20 de marzo a las 9:00 horas.
Si no hay acuerdo antes del 21 de marzo, los trabajadores aseguran que seguirán adelante con las movilizaciones y la huelga indefinida de abril. "No queremos conflicto, solo igualdad y estabilidad laboral", afirman desde el comité de empresa. Ahora, la pelota está en el tejado de Monbus.