El hasta ahora portavoz del grupo municipal socialista, Gonzalo Muíños, ha denunciado presiones para lograr la dimisión de alguno de los ediles socialistas en el Ayuntamiento de Santiago para que el secretario xeral local, Aitor Bouza, pudiera entrar en la corporación.
"¿De qué sirve la lealtad cuando lo que se quiere es reemplazar a los concejales, si lo que se quiere es que uno de nosotros se vaya para que la coja Aitor Bouza? Eso, solo eso, es lo que está en el fondo de todo", ha defendido en una rueda de prensa este lunes en Raxoi acompañado por las concejalas Mila Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez.
Tras rechazar todos los argumentos que han supuesto su suspensión, Muíños ha insistido en que la ejecutiva local "solo busca sustituir al grupo" y ha reiterado que se defenderá "hasta el último día".
También han apelado los cuatro ediles socialistas al secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, para que revise el expediente. "Él conoce esta cuestión, está al tanto. Además, el sufrió en primera persona las malas artes, injusticias, mentiras en la política durante siete años. Él los sufrió y ahora le toca a Gonzalo pasar por ese calvario", ha manifestado Mila Castro.
El secretario general del PSdeG en A Coruña, Bernardo Fernández Piñeiro, ha defendido que "hay normas" que los militantes "deben acatar y cumplir". Lo ha dicho tras ser preguntado en A Coruña por la suspensión de Gonzalo Muíños.
Ha explicado que los partidos políticos tienen "unas normas de funcionamiento y convivencia como en la sociedad" que son "de obligado cumplimiento".
"En la sociedad no decidimos estar o no, pero en los partidos políticos hay una diferencia, y es que estamos voluntariamente", ha añadido.
Son normas que se "deben cumplir" por "respeto" a los militantes, "máxime cuando tienen cargos de responsabilidad en las instituciones públicas".
Fernández Piñeiro ha asegurado que en este caso ha habido una "indisciplina reiterada" que hay que tratar "con normalidad y sin dramatismos".
Los concejales de Santiago próximos a la dirección local del PSOE compostelano, Gumersindo Guinarte y Marta Abal, han negado la existencia de “presiones” o “prebendas” para que abandonasen sus actas en favor de Aitor Bouza, secretario local el partido y que concurría como número 11 en la lista con la que los socialistas concurrieron en 2023 a las municipales.
Así lo han señalado en declaraciones a los medios después de asistir a una reunión en la que pretendían reunir al resto de concejales del grupo para ratificar a Guinarte como portavoz pero que finalmente no se ha producido en tanto que Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez no dan por válida la suspensión del hasta ahora portavoz, Gonzalo Muiños.
Guinarte ha justificado esta convocatoria en “cumplimiento de una resolución de la agrupación municipal” que, sin embargo, los concejales ‘discolos’ no aceptan, por lo que se han ausentado de la una cita que consideran “nula”.
La convocatoria de la reunión ha tenido lugar después de una rueda de prensa en la que los cuatro concejales han insistido en que la convocatoria era “nula de pleno derecho”, dado que Muiños es portavoz del grupo hasta que el secretario municipal del Ayuntamiento “diga lo contrario”.
En esa comparecencia, los cuatro ediles contrarios a la dirección local del partido han puesto el foco en el cambio de posicionamiento de los concejales que ahora apoyan a la dirección y han insistido en prebendas que a ellos mismos les ofrecieron a cambio de ceder su acta.
Gonzalo Muiños ha asegurado que la dirección del partido se comprometió a blindar su continuidad en el siguiente mandato si hacía dimitir a otras dos personas del grupo, lo que implicaba “traicionar” a sus compañeros, ha dicho.
Mila Castro ha desvelado que a ella le enseñaron “la puerta de salida” con ofertas “posteriores”.
Castro ha dicho que desconoce qué propuestas le habrán hecho a los dos compañeros que ahora respaldan a la dirección, aunque “algo estará pasando si antes éramos seis y ahora somos cuatro”, ha aventurado.
“Sería absurdo intentar negarlo”, ha deslizado.
Al hilo de esta cuestión, Mercedes Rosón ha considerado que el comportamiento de Guinarte y Abal es “muy decepcionante” y ha señalado que a ella le duele personalmente, dado que se trata de dos personas de las que es “amiga desde hace muchos años”.
Estas acusaciones han sido negadas por Guinarte y Abal, que han sostenido que su cambio de parecer se produce “desde el verano” porque consideraban que “esta situación” de confrontación entre el grupo municipal y el partido “no era sostenible”.
“No podemos llegar a las elecciones con un grupo que se llama socialista y no tiene nada que ver con los socialistas”, ha señalado Guinarte, que pese a su cambio de postura sí admite “errores” por parte de la dirección.
Respecto a ofertas de cargos para abandonar el acta, Guinarte ha insistido en que “el tiempo demostrará qué reparto de cargos y qué reparto de prebendas y qué historias hay en eso”.