La ciudad de Santiago de Compostela ha amanecido este miércoles con un profundo pesar por la muerte de monseñor Salvador Domato, fallecido a los 81 años en el Monasterio de San Martín Pinario, donde residía. Su figura, estrechamente vinculada al devenir religioso y patrimonial de la ciudad, deja una huella imborrable tanto en el ámbito eclesiástico como en la vida cultural e institucional compostelana.
Nacido el 18 de octubre de 1944 en Caldas de Reis (Pontevedra), Salvador Domato fue canónigo de la Catedral de Santiago, director del Archivo Histórico Diocesano y responsable de la iglesia de la Corticela. Desempeñó también funciones como ayudante de Cámara de monseñor Rouco Varela y secretario particular de varios cardenales-arzobispos en Compostela y Madrid.
Uno de sus principales hitos fue la coordinación general de las tres visitas papales a Santiago de Compostela, tanto las de 1982 y 1989 como la más reciente. En estas ocasiones, ejerció como jefe de protocolo y director general, consolidando su perfil como experto organizador y figura de confianza dentro del clero gallego.
Licenciado en Teología en Roma y ordenado sacerdote en 1967, complementó su formación con estudios en Paleografía, Diplomática, Archivística, Restauración de libros, Dirección de Empresas e Informática. Su labor fue crucial en la creación del Archivo Histórico Diocesano de Santiago, del que fue director durante varias décadas.
A lo largo de su trayectoria, monseñor Domato recibió importantes distinciones, como la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica (2003) y el nombramiento como protonotario apostólico super numerario por el papa Juan Pablo II en 1999. Fue también capellán magistral de la Orden de Malta y colaboró con la UNESCO en la restauración de libros dañados por la inundación de Florencia en 1967.
Publicó diversos estudios sobre archivos, patrimonio artístico y documentación eclesiástica, y participó activamente en asociaciones profesionales como ANABAD Galicia o la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España.
Además de su trabajo pastoral, Salvador Domato desempeñó múltiples cargos de responsabilidad: delegado episcopal para el Patrimonio Documental y Bibliográfico, miembro del comité ejecutivo del Pontificio Colegio Español de Roma, coordinador ecuménico del Consejo Mundial de Iglesias (1993) y secretario de redacción de la revista Compostellanum.
Su vida y obra quedan unidas de forma inseparable a la historia reciente de la Iglesia compostelana, con una vocación marcada por el rigor académico, la organización eclesial, el patrimonio documental y el servicio institucional. Su legado permanecerá vivo entre quienes compartieron con él la tarea de custodiar la memoria y el espíritu de Compostela.
Su funeral tendrá lugar este jueves en la Catedral de Santiago, han confirmado desde el monasterio Diario Compostela.