La preocupación en el sector hotelero compostelano persiste. A lo largo del año pasado, la Unión Hotelera Compostela (UHC) ya había emitido diversos comunicados alertando sobre la delicada situación, incluso en temporada alta. Ahora, con el inicio de 2025, las cifras de ocupación siguen sin mejorar y vuelven a poner sobre la mesa los desafíos a los que se enfrenta la ciudad en materia turística.
En enero, la ocupación hotelera en Santiago de Compostela registró una media del 38%, a pesar del cierre temporal de 93 establecimientos turísticos reglados, entre hoteles, pensiones y albergues. La UHC ha expresado su preocupación por esta situación, alertando sobre los efectos que conlleva, desde la estabilidad del empleo hasta la imagen que proyecta la ciudad en temporada baja.
"El sector servicios generó el 87% de los contratos firmados en 2024 en Santiago", recuerdan desde la entidad, insistiendo en que "es importante marcarse objetivos cuantificables para mejorar y aumentar los turistas en temporada baja y no obligar a cerrar a muchísimos establecimientos de restauración y hoteleros por no alcanzar un mínimo de rentabilidad que les permita abrir".
Los datos anuales tampoco son alentadores. En 2024, la ocupación hotelera en Santiago se situó en un 64%, por debajo de otras ciudades del norte de España como Vigo, A Coruña, Oviedo, Santander, Bilbao y San Sebastián. Además, si se consideran solo los meses de menor afluencia turística (de enero a abril y de noviembre a diciembre), la ocupación desciende a un 48%; la más baja entre destinos similares.
A pesar de que entre mayo y octubre la ocupación media asciende al 80%, Santiago sigue por detrás de otras ciudades como Málaga (87%), Valencia (86%) y Bilbao (82%). "Ninguna de ellas, por cierto, tiene tasa turística", subrayan desde la UHC.
Precisamente, la implantación de la tasa turística en la ciudad picheleira sigue siendo una de las principales inquietudes del sector. Desde la UHC critican la falta de información al respecto por parte del Ayuntamiento y recuerdan que "sigue sin haber consenso". Además, alertan de las consecuencias que podría tener su instauración, como "el ser menos competitivos para captar congresos o la penalización a quienes pernoctan y que, paradójicamente, son los que más beneficio dejan en la ciudad".
En cuanto a la encuesta impulsada por el Ayuntamiento y la Universidad de Santiago para conocer la percepción ciudadana sobre el turismo, la UHC reconoce la importancia de escuchar a los compostelanos, pero insiste en que "no hay que olvidar que la implantación de este impuesto a quien más afecta y de forma directa es al sector hotelero". También cuestionan algunos aspectos del sondeo, como el planteamiento de las preguntas o la posibilidad de que un mismo usuario vote varias veces.
Pese a las críticas y preocupaciones, la UHC valora positivamente las gestiones que se han hecho para mejorar la conectividad aérea de la ciudad, como la nueva ruta entre el aeropuerto Rosalía de Castro y Londres Heathrow, así como el aumento de frecuencias con otros destinos. "El hecho de ampliar la conectividad con otras ciudades y aumentar plazas repercute siempre positivamente en la ciudad", afirman, confiando en que se sumen más líneas en el futuro.
Desde la Unión Hotelera hacen un llamamiento al Ayuntamiento para trabajar en estrategias que reactiven la ciudad y su atractivo turístico, instando a "recuperar el esplendor de una ciudad única con valores globales y que ahora mismo se percibe dormida y autocomplaciente en lo que respecta a su proyección". Además, urgen soluciones a problemas estructurales que afectan al turismo, como "el servicio de taxis, que continúa siendo nefasto y generando muchos problemas".
Con estos desafíos sobre la mesa, el sector hotelero compostelano enfrenta un inicio de año con incertidumbre, confiando en que se implementen medidas que favorezcan la desestacionalización y permitan mejorar la competitividad de Santiago en el panorama turístico nacional e internacional.