Los problemas de convivencia ocasionados por el trapicheo y consumo de drogas no son nada reciente en la ciudad de Compostela.
Hace años que vecindarios como el del barrio de Santa Marta denuncian la inseguridad que genera la presencia y movimiento de estupefacientes en la vía pública.
En su momento, la Administración tomó medidas para reducir la intensidad de esta dinámica y, aunque inicialmente funcionó, el aumento de presencia policial solo logró reubicar a los drogodependientes en otras áreas.
Así, no es de extrañar el rebrote en los últimos tiempos que los residentes de la zona reportan y que es perfectamente notorio con solo dar un paseo por las calles del barrio.
Según explican desde la asociación Vedesma, se observa específicamente “un importante repunte do consumo de heroína”.
Esto implica, de la misma forma, la presencia de jeringuillas en lugares públicos como parques y personas bajo los efectos de la sustancia descansando en portales.
Apuntan que “non son conflitivos”. No obstante, su actividad es un riesgo para la integridad de las familias que viven ahí y el material que utilizan supone un peligro para la salud colectiva.
Por todo ello, la entidad vecinal ha solicitado tanto al Ayuntamiento como al comisario de la Policía Nacional en Santiago que tomen medidas disuasorias que devuelvan la normalidad a un barrio que, recordemos, acoge a un alto porcentaje de familias.
Fundamentalmente, piden más patrullas, mejorar la iluminación en algunas calles y, sobre todo, eliminar el punto de venta y consumo que tienen localizado “nas inmediacións do Clínico".