El Aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro cerró el mes de marzo con 244.637 pasajeros, lo que supone una caída del 5,5% respecto al mismo mes del año anterior. Una bajada que encuentra su principal explicación en el cambio de fechas de la Semana Santa, que en 2024 se celebró en marzo y este año cae en abril, afectando de lleno al tráfico turístico.
A pesar del descenso en viajeros, Santiago mantiene su relevancia dentro del sistema aeroportuario gallego. Prácticamente la totalidad de los pasajeros (244.232) viajaron en vuelos comerciales, con un claro predominio de las rutas nacionales (213.640 pasajeros) frente a las internacionales (30.592).
Uno de los datos más llamativos del balance mensual es que, aunque se registraron menos pasajeros, el número de vuelos aumentó un 7,3%, alcanzando las 2.021 operaciones en la pista de Lavacolla. De estas, 1.818 fueron vuelos comerciales, con 1.566 nacionales y 252 internacionales.
El crecimiento en operaciones podría explicarse por cambios en la frecuencia de vuelos, el uso de aeronaves de menor capacidad o la incorporación de nuevas rutas de corto alcance.
El aeropuerto compostelano cerró marzo con 319 toneladas de carga transportada, consolidando su papel como punto logístico dentro del noroeste peninsular. Un dato especialmente relevante para la actividad económica y comercial de la región.
En el contexto estatal, la red de Aena —que gestiona 46 aeropuertos y dos helipuertos en España, además del aeropuerto de Londres-Luton y 17 terminales en Brasil— cerró marzo con 28,7 millones de pasajeros, lo que supone un incremento del 4,3% respecto al año anterior. También crecieron los movimientos de aeronaves (+3,9%) y el transporte de mercancías (+7,6%).