La Catedral de Santiago acogerá este viernes 25 de julio, durante la tradicional Misa de la Solemnidad del Apóstol, un acto conmemorativo cargado de simbolismo musical: el 60º aniversario del estreno de la Misa de la Juventud, una obra compuesta por Cristóbal Halffter en 1965 con motivo del Año Santo Compostelano.
Esta composición fue la primera misa escrita según las nuevas normas litúrgicas del Concilio Vaticano II, con texto íntegro del ordinario y el propio en lengua vernácula. Concebida como una obra participativa, Halffter la ideó con el deseo de que pudiera ser cantada por el pueblo, propiciando así un diálogo litúrgico entre fieles, coro y sacerdote, sin renunciar a su valor artístico.
Estrenada en la propia Catedral por un millar de jóvenes hace seis décadas, la Misa de la Juventud vuelve ahora a sonar en el templo compostelano. En esta ocasión se interpretarán las siguientes partes: Señor, ten piedad, Gloria, Santo, Cordero de Dios y el procesional de comunión Beberemos la copa de Cristo.
El propio Halffter declaró en varias ocasiones que compuso esta misa "como si debiera ser olvidado el nombre de su autor", de modo que su melodía pudiera convertirse en patrimonio popular, como las antiguas melodías gregorianas.
La celebración contará también con obras del repertorio compostelano, como el himno Iocundetur et laetetur del Códice Calixtino, el versículo del Aleluya de Xavier Méndez, último maestro de capilla compostelano, y el célebre Himno al Apóstol Santiago, con música de Manuel Soler Palmer y letra de Juan Barcia Caballero.
Además, se incluirá el Himno del Jubileo Romano 2025, Peregrinos de la esperanza, en un gesto musical de unidad eclesial internacional durante este Año Santo.
El órgano de la Catedral, que tradicionalmente acompaña estas celebraciones, tendrá un papel destacado en la liturgia. Bajo la dirección de Adrián Regueiro, se interpretarán obras de autores españoles y se estrenará una nueva pieza para órgano basada en el himno Iocundetur et laetetur, compuesta e interpretada por el músico compostelano Fernando Buide.