El físico teórico Kip Stephen Thorne, Premio Nobel de Física en 2017 y uno de los grandes referentes mundiales en astrofísica, ha iniciado hoy su visita institucional a Santiago de Compostela. Llega en el marco del programa de divulgación científica ConCiencia, una iniciativa conjunta de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y el Consorcio de Santiago que, desde 2006, convierte la ciudad en un punto de encuentro con figuras de primer nivel del pensamiento científico internacional.
Su agenda en Compostela culminará mañana, 9 de mayo, con una conferencia abierta al público titulada “Explorando el lado curvado de nuestro universo. De agujeros negros y agujeros de gusano a ondas gravitacionales y viajes en el tiempo”. La cita será a las 19:30 horas en el salón de actos de la Facultad de Medicina, y contará con la presencia de la alcaldesa.
Nacido en 1940 en Logan, Utah, Thorne ha dedicado su carrera a desentrañar los misterios del cosmos desde el Instituto Tecnológico de California (Caltech), tras doctorarse en Princeton bajo la dirección de John Archibald Wheeler, discípulo directo de Einstein. Su trayectoria ha estado marcada por el estudio de agujeros negros, estrellas de neutrones y la estructura del espacio-tiempo, con especial interés por las posibilidades teóricas de los viajes en el tiempo mediante agujeros de gusano.
Thorne no solo ha transformado la física contemporánea: también ha llevado sus conocimientos al terreno de la cultura popular. Fue asesor científico de la película Interstellar (2014), dirigida por Christopher Nolan, en la que se aseguró un tratamiento riguroso de conceptos como la dilatación temporal o la rotación de los agujeros negros. Su colaboración continuó en Oppenheimer (2023), en la que también participó como consultor.
Thorne fue uno de los impulsores del proyecto LIGO (Observatorio de ondas gravitacionales por interferometría láser), que permitió en 2015 la primera detección directa de ondas gravitacionales: vibraciones diminutas del espacio-tiempo que Einstein predijo en 1916 pero que durante un siglo se creyeron indemostrables. La proeza fue reconocida con el Nobel de Física, que Thorne compartió con Rainer Weiss y Barry Barish.
Gracias a LIGO —un sistema de interferometría láser de alta precisión capaz de detectar variaciones más pequeñas que un protón en brazos de cuatro kilómetros—, los científicos han observado ya más de 100 fusiones de agujeros negros situados a cientos de millones de años luz, abriendo una nueva ventana para explorar el universo.
A lo largo de su carrera, Thorne ha sabido combinar ciencia de vanguardia con pedagogía accesible. Ha formado a generaciones de físicos, colaborado con músicos, artistas y cineastas, y publicado libros de divulgación como Agujeros negros y tiempo curvo, que lo han convertido en una figura de referencia también fuera del ámbito académico.
El programa ConCiencia lo define como “un pensador audaz, abierto a explorar las fronteras entre la ciencia establecida y la especulación fundamentada, siempre dentro del marco de la Relatividad General”. Su visita, como tantas otras del programa, no solo acerca a Santiago el conocimiento de frontera, sino que también fortalece la conexión entre la USC y los grandes centros científicos del mundo.
Mañana por la tarde, el salón de actos de la Facultad de Medicina se convertirá en un punto de acceso privilegiado al universo. La conferencia de Kip Thorne promete una mezcla única de rigor científico, visión de futuro y pasión por la exploración intelectual. La entrada es libre hasta completar aforo. No se necesita saber física cuántica para disfrutarla: solo curiosidad.