El barrio de Santa Marta, en Santiago de Compostela, vuelve a ser escenario de un robo, sumándose a la preocupante oleada de delitos que azotan la zona en las últimas semanas. Esta vez, el asador A Vaquiña, situado en la calle Sempre en Galiza, fue el objetivo del ladrón. El suceso tuvo lugar ayer a plena luz del día, a las 10:30 horas, con testigos presenciando la escena.

El propietario del local relató a Diario Compostela los hechos. Las cámaras de vigilancia captaron cómo un joven utilizó la tapa de una alcantarilla para intentar romper la vidriera del establecimiento. Pese a la resistencia del cristal, el individuo insistió con varios golpes hasta lograr su objetivo y acceder al interior.

Una vez dentro, se dirigió a la caja registradora, donde encontró 400 euros destinados al cambio. La alarma del local se activó en repetidas ocasiones, pero el propietario, al ver que paraba y volvía a sonar, no le dio demasiada importancia en un primer momento. Lo que realmente ocurría era que el ladrón hacía pausas cuando pasaban transeúntes y continuaba con su cometido cuando la calle quedaba despejada.

La alarma saltó varias veces. Me llegaban los avisos a la aplicación del móvil, pero como paraba al poco tiempo, no le di importancia. Pensé que sería alguien apoyándose o algo por el estilo. Lo que realmente sucedió es que el individuo golpeaba el cristal cuando no pasaba gente. Si había transeúntes, dejaba de hacerlo. De ahí la intermitencia

Detenido al poco tiempo

Tras la denuncia, la Policía revisó las imágenes de seguridad y rápidamente identificó al autor, un viejo conocido de las fuerzas del orden con varias detenciones previas. 

Los agentes lo localizaron ese mismo día y recuperaron la cantidad sustraída, que fue devuelta al dueño del asador. Por otro lado, según traslada el afectado, la Policía confirma que el método de la tapa de alcantarilla está siendo muy común. El sospechoso ya se encuentra detenido, y se le atribuyen hasta otros siete delitos, destacando el reciente robo en una clínica podológica de Galeras.

Ahora, A Vaquiña espera la evaluación del seguro para reparar los desperfectos causados en la cristalera. Mientras tanto, los comerciantes del barrio expresan su creciente preocupación ante la reiteración de estos incidentes en Santa Marta.