Santiago de Compostela contará con nuevos presupuestos para 2025 tras el acuerdo alcanzado entre el grupo municipal del PSOE y el Gobierno local, formado por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Compostela Aberta. El acuerdo se cerró en un acto celebrado en el pazo de Raxoi, donde la alcaldesa, Goretti Sanmartín, dio a conocer el pacto al que llegó con el portavoz socialista, Gonzalo Muíños.
El consenso llega tras varias semanas de intensas negociaciones, marcadas por la necesidad de garantizar la estabilidad política y financiera del Ayuntamiento. Entre las medidas acordadas destacan el compromiso creación y mejora de varios espacios públicos —como el futuro complejo deportivo de Santa Marta y la reurbanización de calles como García Lorca y Mallou—, además de una inversión adicional de 600.000 euros para los bonos Corazón, que permitirá celebrar dos convocatorias este año, duplicando el alcance de esta iniciativa social.
Por otro lado, el acuerdo incluye la constitución de una mesa sectorial en el primer trimestre del año para avanzar en la declaración de Santiago como zona de mercado residencial tensionado, un paso clave para enfrentar los retos de acceso a la vivienda; un asunto prioritario en la ciudad picheleira.
El acuerdo firmado por el BNG, Compostela Aberta y el grupo municipal del PSOE recoge las líneas clave para los presupuestos municipales de Santiago de Compostela, con una dotación cercana a los 146 millones de euros. Entre los aspectos destacados del documento oficial se incluyen:
Compromiso con la estabilidad presupuestaria y el modelo transformador del Ayuntamiento:
Fortalecimiento de servicios públicos:
Inversiones económicas, sociales y culturales:
Accesibilidad y movilidad:
Mantenimiento y nuevas infraestructuras:
Vivienda y sostenibilidad:
Este acuerdo se produce en un contexto complejo para el PSOE de Santiago, que atraviesa una crisis interna tras la apertura de un expediente disciplinario —todavía sin resolver— a sus ediles por no acatar la disciplina de voto en una propuesta relacionada con las viviendas turísticas. A diferencia del pasado año, en esta ocasión las negociaciones han sido lideradas directamente por el grupo municipal socialista y no por la dirección del partido en la ciudad.
Por este motivo, el protagonismo en la firma del pacto ha recaído en Gonzalo Muíños, el portavoz del grupo municipal, dejando al margen al secretario general del partido en Santiago, Aitor Bouza, quien el año anterior representó al PSOE en el acuerdo presupuestario. Este cambio simboliza la fractura entre la dirección local y los ediles socialistas, quienes han asumido un papel autónomo en este proceso. El tiempo revelará qué consecuencias tendrá esta división en el seno del partido, pero el efecto de la tensión actual podría verse reflejado próximamente en la resolución del expediente disciplinario a los concejales.