El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha dado luz verde al proyecto de adecuación del Pazo de Raxoi, su sede histórica, para convertirlo en un espacio accesible al turismo cultural. Las obras, que contarán con un presupuesto base de licitación de 3.925.061,75 euros y están cofinanciadas por los fondos europeos NextGeneration EU, permitirán realizar visitas turísticas de carácter histórico, arquitectónico y artístico en el emblemático edificio compostelano.

El proyecto, incluido en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, tiene como objetivo mejorar las instalaciones del Pazo, con especial atención a los sistemas de climatización e iluminación. Estas intervenciones buscan reducir el consumo energético, haciéndolo más eficiente y sostenible, además de potenciar la funcionalidad y el atractivo de los espacios interiores y exteriores del edificio.

Un Pazo más accesible y sostenible

Entre las actuaciones más destacadas se encuentran:

• Mejora de las instalaciones: Se renovarán los sistemas de climatización e iluminación, buscando reducir el consumo energético y aumentar la eficiencia.
• Mayor accesibilidad: Se construirá una rampa de acceso y un ascensor que recorra todo el edificio, facilitando así la visita a personas con movilidad reducida. "Estas mejoras van también na liña de ter unha casa do concello máis achegada á veciñanza e, por suposto, accesible con total facilidade para toda a veciñanza e persoas que a visiten", destacan desde el Concello.
• Restauración de elementos históricos: Se llevarán a cabo trabajos de restauración para conservar el patrimonio arquitectónico del edificio.

Impacto de las obras

Las renovaciones permitirán poner en valor el rico patrimonio histórico y arquitectónico del Pazo de Raxoi, ampliando la oferta cultural de Santiago y reforzando su posición como destino turístico de referencia. Esta intervención también refleja el compromiso del consistorio con la sostenibilidad y la inclusión.

El proyecto comenzará próximamente y se espera que su impacto sea tanto cultural como social, mejorando la relación entre el Ayuntamiento y la comunidad local, al tiempo que se abre un nuevo capítulo en la historia del icónico edificio que preside la Praza do Obradoiro.