El personal del servicio de limpieza de los hospitales Clínico y Gil Casares de Santiago, gestionado por la UTE Ilunion–Ilunion Centro Especial de Empleo, continúa con las movilizaciones para reclamar el cumplimiento del convenio colectivo. Este jueves, 12 de junio, llevaron a cabo una concentración frente al edificio administrativo de la Xunta de Galicia como muestra de su malestar ante la situación laboral que arrastran desde hace meses.
Según denuncia la CIG, sindicato con representación en el comité de empresa, la UTE está condicionando cualquier avance en la negociación a que se detengan las protestas. La central también critica la pasividad de la gerencia del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), a la que acusa de no ejercer la supervisión legal que le corresponde sobre las empresas concesionarias.
Entre los incumplimientos más destacados que el comité de empresa lleva tiempo denunciando se encuentran:
La plantilla sostiene que esta situación vulnera de forma continuada el convenio colectivo y que la empresa está obteniendo beneficios económicos a costa de los derechos del personal.
El pasado 9 de junio, el comité presentó una solicitud de mediación ante el AGA para desbloquear el conflicto. Sin embargo, la UTE Ilunion rechazó la propuesta, manteniendo su exigencia de paralizar las movilizaciones como condición previa para sentarse a negociar.
Ante la falta de avances, el personal ha decidido convocar nuevas movilizaciones los días 19 y 27 de junio, advirtiendo de que podrían intensificarse si la empresa no modifica su actitud.
La CIG también responsabiliza a la gerencia del CHUS, encabezada por Ángel Facio, por no intervenir de manera efectiva en defensa de los derechos laborales del personal subcontratado. El sindicato reclama una reunión directa entre Facio y el comité de empresa, al considerar que los intermediarios están minimizando la gravedad del conflicto.
Desde la organización sindical exigen la retirada de todas las medidas coercitivas por parte de la UTE Ilunion, así como el cumplimiento íntegro del convenio colectivo y una implicación real por parte de la gerencia hospitalaria.