Este miércoles, Santiago de Compostela fue el escenario de una impactante persecución policial digna de una película de acción.

Con la intención de evitar el control de drogas de la Policía Local, un individuo se dio a la fuga en dirección contraria hacia la avenida Rodrigo de Padrón —la calle de la comisaría— mientras era perseguido por los agentes a los que intentó dar esquinazo, tal y como confirman fuentes policiales a este medio.

La estremecedora escena, presenciada casualmente por dos oficiales de la Nacional, hizo saltar las alarmas en el edificio institucional y propició que estos se sumasen a colaborar con las autoridades locales en la operación.

Según explican testigos del suceso, el vehículo, sin hacer ademán de frenarse en ningún momento, huyó a toda velocidad con una de las ruedas delanteras "reventada".

En ese instante, se inició la escena más espectacular del suceso, que continuó con los vehículos policiales persiguiendo al sujeto en dirección prohibida por la zona San Clemente, donde estuvo a escasos centímetros de colisionar con un vehículo.

El evento escaló hasta Campiño da Ferradura donde, de nuevo, el coche fugado condujo de forma temeraria en sentido de circulación contrario para acabar deteniéndose a la altura de la calle Campo do Cruceiro, justo detrás de una caravana de vehículos que esperaban en el semáforo. 

Viéndose acorralado, el ahora detenido trató de escapar por la acera, a pesar de que un banco de hormigón se lo impedía. 

Haciendo gala de sus habilidades al volante, el individuo consiguió sortearlo y, en la arriesgada maniobra, pasó rozando a una mujer que paseaba tranquilamente con un carrito de bebé. Casi atropella a ambos, pero por suerte solo causó su caída.

Madre e hijo se quedaron tirados en el suelo. Sin embargo, este daño colateral no fue suficiente para que el infractor desistiese y se entregase a las autoridades. 

La estampa únicamente consiguió que redujese su marcha, hecho que intentó aprovechar un funcionario de la Policía Nacional para interceptar de una vez por todas al delincuente.

Con la intención de ayudar a sus compañeros de la Local, el oficial corrió hacia la puerta del copiloto, la cual consiguió abrir. No obstante, cuando ya tenía medio cuerpo dentro, el vehículo fugado aceleró de nuevo. 

La camisa del policía se quedó enganchada en la ventanilla, de modo que el funcionario fue arrastrado a lo largo de varios metros, lo que le ocasionó varias lesiones. Especialmente, en su hombro izquierdo.

En la acción, la puerta que había alcanzado a abrir el agente golpeó a otro coche que se encontraba estacionado.

Poco después, el autor de los hechos acabaría siendo interceptado por la Policía Local, como se puede ver en los vídeos cedidos por la cuenta Salseo USC (@salseo_usc) de Instagram. Después, se procedió a su detención.

El policía de la Nacional que prestó ayuda a las autoridades locales y facilitó la detención del infractor tuvo que ser trasladado al hospital por los daños que recibió en su brazo izquierdo, según han asegurado fuentes cercanas a él. La mujer y el niño, afortunadamente, no sufrieron lesiones graves.

Inseguridad policial

Lo acontecido este miércoles en la capital de Galicia evidencia el peligro al que se exponen el colectivo de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Por ello, ante hechos continuados como el que explica esta pieza, el comité autonómico del sindicato EYA (Equiparación Ya) reivindica nuevamente el reconocimiento de profesión de riesgo —así como la plena equiparación salarial y la jubilación en igualdad de condiciones sin pérdida de poder adquisitivo— que el resto de policías locales y autonómicas.

Consideran injusto que, teniendo que hacer frente a situaciones como esta, no entren dentro de esa clasificación.