La reivindicación por la equiparación salarial de la Policía Nacional y la Guardia Civil con otros cuerpos policiales autonómicos y locales sigue sumando apoyos. La asociación JUNTOSPOLGC, que lucha por la igualdad retributiva y una jubilación digna, ha convocado una mesa de trabajo con sindicatos y asociaciones profesionales para el próximo martes 8 de abril en Carabanchel (Madrid). Entre los asistentes estarán miembros de la Policía Nacional de Santiago de Compostela, ya que tanto el presidente como el vicepresidente de esta asociación prestan servicio en la capital gallega.

El encuentro, al que está previsto que acudan la mayoría de sindicatos y asociaciones de la Guardia Civil, busca unir fuerzas y establecer estrategias conjuntas para acabar con la desigualdad salarial que afecta a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en comparación con otros cuerpos policiales que desempeñan funciones similares, muchas veces con menos riesgo.

Un movimiento que sigue creciendo

La convocatoria se produce tras una concentración en Madrid el pasado 3 de marzo, donde los sindicatos CEP y JUPOL manifestaron su intención de unirse a la causa. Ahora, con la creación de esta mesa de trabajo, el objetivo es pasar de las palabras a los hechos y trabajar de manera coordinada para lograr mejoras salariales y laborales.

Desde JUNTOSPOLGC han hecho un llamamiento a la unidad entre los diferentes colectivos policiales y esperan una respuesta positiva por parte de los convocados. "No podemos permitir más retrasos ni excusas. La equiparación salarial es un derecho, y seguiremos luchando hasta conseguirlo", han declarado fuentes de la organización.

La participación de agentes destinados en Santiago de Compostela pone de manifiesto que esta reivindicación tiene un carácter nacional y que los cuerpos de seguridad en Galicia también se ven afectados por esta problemática. La reunión de abril será clave para definir las próximas acciones y medir el compromiso real de los sindicatos con la causa.

La equiparación salarial de los cuerpos de seguridad del Estado sigue siendo una asignatura pendiente en la agenda política, y este nuevo paso podría ser determinante en la lucha por una justicia retributiva para los agentes.