El profesorado ayudante doctor de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha hecho público un manifiesto en el que reclama mejoras en sus condiciones laborales y un compromiso real para garantizar su estabilización. Este colectivo, que representa a los profesionales en las primeras etapas de su carrera académica, denuncia una situación de precariedad que consideran insostenible y que, según explican, no se ajusta al propósito definido en los estatutos de la universidad para este tipo de puestos.
En el manifiesto, la Plataforma de Profesorado Ayudante Doctor (PAD) subraya que esta figura, diseñada para completar la formación docente e investigadora, ha perdido su propósito original. A día de hoy, más del 70% de estos docentes ya cuenta con acreditación para ocupar puestos de mayor rango, como el de profesor titular, que se beneficia de un salario en torno a 600 euros más alto.
Además, la edad media en el momento de ser contratados asciende a 38 años, una cifra que consideran demasiado alta para un puesto que debería ser de inicio en la carrera profesional.
“Estamos sobrecualificados para la figura laboral que ocupamos”, denuncian en el texto, donde también recuerdan que el convenio colectivo del sistema universitario gallego les reconoce el derecho a estabilizarse una vez cumplen los requisitos establecidos. A pesar de ello, aseguran que este proceso no avanza al ritmo necesario, dejando al colectivo en una situación de incertidumbre.
La Plataforma considera que estabilizar al profesorado ayudante doctor debería ser una prioridad estratégica para la USC, especialmente en un momento de transición generacional y ante la dificultad para captar personal en algunas áreas. "La estabilización no solo es un derecho, sino una necesidad para garantizar el futuro de nuestra universidad", explican.
En el manifiesto también señalan que, aunque en los últimos años se han producido ciertos avances, aún queda mucho por hacer. Critican que mientras otros colectivos de la universidad no tienen que esperar para ser promocionados, los ayudantes doctores sí deben afrontar largas demoras y precariedad.
Además, mencionan que la llegada de fondos europeos y la implementación de programas como el María Goyri, dentro de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), representan una oportunidad para corregir esta situación y priorizar la estabilidad laboral.
Una de las voces de este movimiento es Adrián Dios, profesor ayudante doctor en la facultad de Económicas de la Universidad de Santiago. El docente explica que uno de los aspectos que más preocupan al colectivo es el carácter temporal de los contratos. Este hecho, sumado a un sueldo significativamente inferior al de los rangos de profesorado superiores, genera una situación de precariedad e inestabilidad que consideran injustas.
"Eu, por exemplo, teño un contrato de cinco anos. Unha vez remate, podo promocionar. Terei que ir a un tribunal que me avalíe, pero outra persoa pode chegar e conseguir esa praza", explica Dios.
A esto añade: "Esta categoría está deseñada para persoas que comezan no mundo laboral; que remataron hai pouco a tese. Non obstante, froito dos recortes que houbo nos últimos anos, os profesores axudantes non teñen 25 anos, senón que teñen 40 e levan moito tempo encadeando contratos temporais".
El economista explica que es responsabilidad del Ministerio concederles la acreditación necesaria para dar el salto al siguiente rango laboral. Sin embargo, "o 75% dos axudantes xa estamos acreditados", señala, para insistir en que "o que falta é que a Universidade convirta a nosa praza nunha de profesor titular".
Actualmente, no se hace. Por lo menos, de forma inmediata. De este modo, aclarando que "non só sucede na USC", Dios se queja de que este ascenso no se produzca hasta terminar el contrato en vigor. En su caso, a pesar de estar acreditado, tendrá que esperar a que termine su contrato de cinco años para poder convertirse en profesor permanente laboral o titular.
"É inxusto porque estamos nunha categoría laboral que non nos corresponde; só queremos que a Reitoría nos estabilice".
De cualquier manera, el docente insiste en que su caso no es particular; que es una cuestión que afecta —y lleva durante muchos años afectando— a un porcentaje más que considerable del profesorado de la universidad compostelana, por lo que la necesidad de solventarla se hace cada vez más urgente y necesaria.
Para visibilizar estas demandas, el colectivo ha convocado una concentración este viernes 24 de enero a las 12.00 horas frente al Rectorado de la USC. Con esta protesta, buscan movilizar tanto a la comunidad universitaria como al público en general para que apoyen una causa que, según explican, no solo beneficia al colectivo afectado, sino que también refuerza la calidad educativa e investigadora de la institución.
“Si otros profesores no tienen que esperar para ascender, nosotros tampoco deberíamos”, reclaman, insistiendo en que su estabilización debería ser una prioridad en las políticas de personal de la universidad.