El Camino de Santiago es uno de los mayores atractivos turísticos de Galicia. Cada año atrae a miles y miles de visitantes dispuestos a pasar por cualquier situación si es que esta les acerca, aunque sea solo un poco, al objetivo de llegar a la Catedral.
No obstante, siempre que sea posible, se recomienda que extremen las precauciones y minimicen el riesgo de sufrir algún evento que perjudicial para la salud. Uno bastante común son las consecuencias que las picaduras de garrapata ocasionan en algunos tramos de tipo boscoso.
En ellos, el hábitat favorece la presencia de animales silvestres que conforman un hogar ideal para estos pequeños y molestos artrópodos que, con cierta frecuencia, dejan su recuerdo particular a todo aquel se pasea por su territorio.
Para la prevención, como siempre, es fundamental la información, y la realidad es que hasta ahora no había ningún estudio que recogiese datos sobre su presencia, periodos de mayor actividad o los patógenos que pueden transmitir.
Bajo estas premisas, Susana Remesar Alonso, del Departamento de Patología Animal de la USC, ha decidido impulsar un proyecto para determinar cuáles son las zonas de riesgo de picadura de garrapata a lo largo del Camino Francés.
Remesar ya había investigado anteriormente sobre la actividad de estos arácnidos, lo que resultó en diferentes hallazgos relacionados con las enfermedades que son capaces de provocar en el organismo humano. En concreto, la ya común enfermedad de Lyme.
Una vez termine el estudio, los datos se compartirán con los servicios de atención primaria y puntos de información del Camino. Todo ello con el objetivo de que estos informen a los visitantes, les den pautas de prevención y de cómo actuar en caso de sufrir picaduras.