Compostela es tierra de artistas, aunque en este caso el uso del tiempo presente tiene un valor histórico, puesto que siempre lo ha sido. Hay quien lo explica con la presencia de la Universidad. Muchos, sin embargo, insisten en que es el peregrinaje lo que ha conformado el crisol cultural que alimenta las inquietudes de escritores, músicos y pintores.
Es posible que nunca lleguemos a una conclusión sobre la razón que explica este fenómeno. Seguramente, porque sea el resultado de cientos de factores que orgánicamente han confluido para dotar a la capital gallega del que, sin duda, es su carácter. No obstante, no todos los artistas utilizan Santiago para inspirarse. Para algunos, la ciudad es directamente su inspiración, y se dedican a intentar captar su esencia a través de las diferentes técnicas y estilos que conocen.
Es el caso de Pilar y su cuenta de Instagram, @dibujando_andoyo. La pintora —que prefiere no revelar más que su nombre de pila para preservar su anonimato— lleva cerca de dos años inmortalizando en diferentes estilos pictóricos algunos de los bares y restaurantes más emblemáticos de la capital gallega.
Además, es el ejemplo perfecto de que nunca es tarde para aprender, puesto que empezó con 50 años (ahora tiene 52). Así, con la constancia que mueve la ilusión de haber encontrado una nueva pasión, ha conseguido en ese tiempo mejorar sus técnicas hasta el punto de cautivar a cientos de personas.
Por otro lado, Pilar explica que sus comienzos en el mundo de la pintura fueron algo más bien casual. “Yo solía ir a clases de baile, y cuando estas acabaron apareció en mi Facebook un anuncio del taller de artes plásticas de Ana Lombao”, relata la dibujante. Una vez que decidió se inscribió al curso, no hubo marcha atrás.
Además de la calidad estética de su obra, el trabajo de esta artista picheleira se ha hecho conocido gracias a su presencia en redes sociales. Fue ‘Inktober’, una iniciativa online que anima a artistas a dibujar algo diferente cada día del mes de octubre y subirlo a redes sociales, lo que la animó. Le cogió el gusto, vio que a la gente le podría interesar y comenzó a colgar todo lo que pintaba.
“Compostela es uno de los lugares más inspiradores para un artista. Además de lo que es la Zona Vieja, todos los paisajes de sus alrededores son una delicia para dibujar”
Solamente compartiendo su afición con los demás, Pilar cuenta ya con cerca de 1.000 seguidores. Sin embargo, a pesar de todas las propuestas que ha recibido, no se plantea, por ahora, hacer encargos. Su objetivo es continuar disfrutando de la pintura, avanzar en la búsqueda de su estilo propio y, de paso, descubrir la belleza de rincones de Compostela que en muchas ocasiones pasan desapercibidos.