Lo que debía ser un vuelo rutinario de Ryanair entre Lanzarote y Santiago de Compostela terminó en un incidente que ahora tendrá consecuencias legales. La aerolínea ha anunciado que tomará acciones penales contra un pasajero que fue desalojado del avión el pasado 17 de enero tras fingir ser diplomático y negarse a acatar las órdenes de la tripulación.
Según el comunicado emitido por la compañía, el pasajero ocupó un asiento que no le correspondía y, al ser requerido para que volviera a su ubicación asignada, reaccionó de forma agresiva con el personal de a bordo. En un intento por evitar la intervención de las autoridades, alegó ser "diplomático de la ONU" y gozar de "inmunidad", una afirmación que resultó ser completamente falsa.
Fuentes de la Comandancia de Las Palmas han confirmado que el individuo no tenía ninguna acreditación diplomática y que su comportamiento alteró el orden en la aeronave. Finalmente, la Guardia Civil tuvo que intervenir y desalojarlo a petición del comandante, lo que provocó un retraso de 40 minutos en el despegue del vuelo, afectando a un total de 137 pasajeros.
La aerolínea irlandesa ha recalcado su política de "tolerancia cero" ante conductas indisciplinadas y ha subrayado que el hombre podría enfrentarse a penas de entre tres y doce meses de prisión, además de una multa. "Es inaceptable que los pasajeros, muchos de ellos familias de vacaciones, sufran molestias innecesarias por la actitud irresponsable de un individuo", declaró la compañía en su comunicado.