El aeropuerto de Santiago de Compostela se verá afectado este verano por una significativa reducción de las operaciones de Ryanair, que ha anunciado una disminución del 28% en su tráfico y la retirada de uno de los aviones basados en Lavacolla. Esta decisión forma parte de un plan más amplio que la aerolínea irlandesa atribuye a las "excesivas tasas" de Aena y a la "ineficiencia" de sus planes de incentivos para aeropuertos regionales.

El ajuste implicará una pérdida notable en el número de vuelos disponibles desde la capital gallega, aunque Ryanair no ha especificado qué rutas concretas serán afectadas. Según Eddie Wilson, consejero delegado de la compañía, estas medidas responden a la "falta de competitividad" de los aeropuertos españoles frente a sus equivalentes europeos, lo que obliga a redirigir el tráfico hacia destinos como Suecia, Croacia, Hungría y Marruecos.

Impacto regional y preocupaciones locales

Desde Ryanair se apunta directamente a Aena, a la que acusan de operar como un "monopolio" que no ofrece las condiciones necesarias para que los aeropuertos regionales puedan crecer y aprovechar sus infraestructuras. "Estos aeropuertos tienen todo lo necesario en términos de seguridad e instalaciones, pero carecen de una infraestructura de precios adecuada", destacó Wilson.

El anuncio llega en un momento complejo para el sector aeronáutico, marcado por problemas en la cadena de suministro que están retrasando la entrega de nuevos aviones tanto por parte de Airbus como de Boeing, lo que limita aún más la capacidad operativa de las aerolíneas.

Con esta reducción de tráfico, Santiago de Compostela enfrentará un verano con menos opciones de conectividad, lo que podría tener un impacto significativo en la economía local y en su atractivo como destino turístico.