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lunes | 25 noviembre | 2024
Los ayuntamientos de Santiago, Teo y Arzúa se han reunido este lunes para rendir homenaje a la figura de Ánxel Casal, último alcalde republicano de Compostela y un político que “creó espacios de libertad en tiempos de oscuridad”, en un acto celebrado en el Pazo de Raxoi 88 años después de su asesinato tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936.
Durante su intervención, la actual regidora de la ciudad, Goretti Sanmartín, ha manifestado la “urgencia de recordar” en las calles, en las conversaciones, en la cultura, en las aulas o en la política y ha reiterado su compromiso con que la memoria sea “parte viva de la identidad colectiva”.
En el acto, al que han acudido diversas asociaciones y colectivos que trabajan “a favor de la memoria histórica”, también han participado el alcalde de Arzúa, Xoán Xesús Carril, y el concejal de Servicios Sociales de Teo, Juan Jesús Cerqueiro.
Por su parte, el concejal de Teo, lugar en el que fue encontrado el cuerpo de Ánxel Casal, ha puesto en valor esta ceremonia “de respeto y de defensa por la libertad y la democracia” en la que ha recordado que la violencia “no lleva a ninguna meta”.
“La violencia no es el camino”, ha subrayado durante su discurso en el Pazo de Raxoi, en el que también ha destacado a Santiago como la ciudad “en la que se unen todos los pueblos del mundo” y que es sinónimo de “entendimiento”.
Asimismo, el alcalde de Arzúa, localidad donde fue detenido Ánxel Casal en 1936, ha reivindicado que este es “un faro y un referente” para todas aquellas personas que creen en la fuerza de la cultura, de las ideas y de la política para “construir una sociedad más justa y libre”.
“Ánxel Casal fue un símbolo de resistencia, de amor a Galicia y de compromomiso con su lengua y su cultura”, ha esgrimido Carril, que considera que “fue un pionero que creó espacios de libertad en tiempos de oscuridad”.
En esta línea, el regidor del municipio coruñés ha subrayado que “en un tiempo en que las ideas eran consideradas peligrosas, Casal no tuvo miedo de defenderlas y de ponerlas al servicio del pueblo galego”.
Para cerrar la ceremonia, que tuvo lugar en el Salón Nobre del Pazo de Raxoi y que estuvo presidido por un retrato del homenajeado, Sanmartín ha señalado que este acto “es necesario por la justicia y por la dignidad de todas esas personas que en algún momento fueron silenciadas”.
De este modo, ha reivindicado que el acto celebrado este lunes es una “llamada para no olvidar”, porque olvidar es “traicionar la identidad como pueblo”.
Ánxel Casal fue alcalde de Santiago de Compostela en 1936, así como vicepresidente de la Diputación de A Coruña, también fue el impulsor del Estatuto de 1936, miembro del Partido Galeguista e integrante de las Irmandades da Fala.
Su trayectoria política estuvo fuertemente vinculada con la cultura, debido a su faceta como impresor y editor. El último alcalde republicano de Santiago fue detenido y ejecutado por las fuerzas franquistas tras el golpe de Estado de 1936.
Los ayuntamientos de Santiago, Teo y Arzúa se han reunido este lunes para rendir homenaje a la figura de Ánxel Casal, último alcalde republicano de Compostela y un político que “creó espacios de libertad en tiempos de oscuridad”, en un acto celebrado en el Pazo de Raxoi 88 años después de su asesinato tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936.
Durante su intervención, la actual regidora de la ciudad, Goretti Sanmartín, ha manifestado la “urgencia de recordar” en las calles, en las conversaciones, en la cultura, en las aulas o en la política y ha reiterado su compromiso con que la memoria sea “parte viva de la identidad colectiva”.
En el acto, al que han acudido diversas asociaciones y colectivos que trabajan “a favor de la memoria histórica”, también han participado el alcalde de Arzúa, Xoán Xesús Carril, y el concejal de Servicios Sociales de Teo, Juan Jesús Cerqueiro.
Por su parte, el concejal de Teo, lugar en el que fue encontrado el cuerpo de Ánxel Casal, ha puesto en valor esta ceremonia “de respeto y de defensa por la libertad y la democracia” en la que ha recordado que la violencia “no lleva a ninguna meta”.
“La violencia no es el camino”, ha subrayado durante su discurso en el Pazo de Raxoi, en el que también ha destacado a Santiago como la ciudad “en la que se unen todos los pueblos del mundo” y que es sinónimo de “entendimiento”.
Asimismo, el alcalde de Arzúa, localidad donde fue detenido Ánxel Casal en 1936, ha reivindicado que este es “un faro y un referente” para todas aquellas personas que creen en la fuerza de la cultura, de las ideas y de la política para “construir una sociedad más justa y libre”.
“Ánxel Casal fue un símbolo de resistencia, de amor a Galicia y de compromomiso con su lengua y su cultura”, ha esgrimido Carril, que considera que “fue un pionero que creó espacios de libertad en tiempos de oscuridad”.
En esta línea, el regidor del municipio coruñés ha subrayado que “en un tiempo en que las ideas eran consideradas peligrosas, Casal no tuvo miedo de defenderlas y de ponerlas al servicio del pueblo galego”.
Para cerrar la ceremonia, que tuvo lugar en el Salón Nobre del Pazo de Raxoi y que estuvo presidido por un retrato del homenajeado, Sanmartín ha señalado que este acto “es necesario por la justicia y por la dignidad de todas esas personas que en algún momento fueron silenciadas”.
De este modo, ha reivindicado que el acto celebrado este lunes es una “llamada para no olvidar”, porque olvidar es “traicionar la identidad como pueblo”.
Ánxel Casal fue alcalde de Santiago de Compostela en 1936, así como vicepresidente de la Diputación de A Coruña, también fue el impulsor del Estatuto de 1936, miembro del Partido Galeguista e integrante de las Irmandades da Fala.
Su trayectoria política estuvo fuertemente vinculada con la cultura, debido a su faceta como impresor y editor. El último alcalde republicano de Santiago fue detenido y ejecutado por las fuerzas franquistas tras el golpe de Estado de 1936.
