La llegada de julio implica cambios. Miles de estudiantes de la capital gallega tienen que abandonar sus pisos y comenzar a buscar dónde alojarse el curso que viene. Entre quejas por los precios, el estado de las viviendas y la escasa disponibilidad, la mañana de este martes ha dejado la viral imagen de una cola kilométrica compuesta por cientos de personas deseando resolver su situación.