El Monbus Obradoiro murió en la orilla después de remar y remontar 13 puntos al Barça, al que tuvo contra las cuerdas hasta la recta final pero tres errores seguidos desde la línea de tiros libres allanaron el triunfo azulgrana con un parcial de 0-7 que dejó resuelto en choque (84-89).

La salida en tromba del Barça empequeñeció al Obradoiro, indefenso en la pintura y sin respuesta a sus errores infantiles. A los dos minutos, Moncho Fernández ya gastó su primer tiempo muerto. Pero ni la llamada al orden del técnico santiagués detuvo el ciclón azulgrana, que alargó su parcial inicial con dos triples de Laprovittola (8-21, min.6).

El Barça estaba muy cómodo, pero el canadiense Thomas Scrubb sostuvo a su equipo hasta que las rotaciones de su entrenador dieron otro aire al Obradoiro, que empezó a remar para recortar su desventaja. Subió su nivel defensivo, y en ataque encontró al lituano Marek Blazevic, gigantesco en la pintura.

Roger Grimau empezó a temer por el resultado, con el recuerdo de lo sucedido en la pista del Panathinaikos todavía muy presente. En Atenas, su equipo había sido incapaz de defender una renta de 16 puntos y en Santiago al descanso tiró por la borda todo su buen trabajo inicial.

Porque ni los dos tiempos muertos del entrenador catalán reactivaron a su equipo, espeso en ataque y sin tensión en defensa. Un triple lejano sobre la bocina del estadounidense Devon Dotson dejó todo por resolver para los últimos dos asaltos (44-46, min.20).

El panorama no mejoró para los de Grimau en el tercer cuarto. El Obradoiro jugaba con más energía, y un par de triples seguidos -Dotson y Timma- encendieron a su público, que empezó a empujar. El Barça estaba atascado en ataque, con Laprovittola muy acelerado. Y Thomas Scrubb no perdonó con otro triple desde la esquina, obligando al técnico del Barça a parar el choque (57-51, min.25).

Al triple de Darío Brizuela respondió rápido Jordan Howard con otros dos consecutivos que dispararon al Obradoiro (68-59), aunque Abrines minimizó el golpe antes de encarar el último asalto, que su equipo, comandado por Vesely y Laprovittola, arrancó con un parcial 4-11 que le devolvió el mando del electrónico a falta de poco más de seis minutos (72-73).

El Obradoiro superó su momento de dudas, pero con 78-78 desaprovechó hasta tres tiros libres -uno de Jordan Howard y dos de Pustovyi – para voltear el marcador después de una falta técnica a Vesely por protestar.

Y un parcial de 0-7 pareció sentenciar el duelo. El Obradoiro tiró de orgullo, y se puso a 3 a falta de veinte segundos y con cuatro de posesión para el Barça, suficiente para que Abrines sacara a relucir su muñeca para sellar el triunfo de los suyos.