Prácticamente en cada barrio, en cada bar y en cada barra tiene lugar semana tras semana una conversación que no acostumbra a derivar en nada bueno. Empieza con un “no hay (narices)” en referencia a la falta de valentía y acaba con la célebre respuesta “sujétame el cubata”, como adalid del 'machito'. Sin embargo, de la tradición más profundamente patria y de la inminente llegada de San Valentín ha decidido sacar partida Volteo, un establecimiento que se hizo famoso echándole a la tortilla eso que a veces sustituye al “no hay narices”. En una campaña de marketing que se ha hecho viral, el establecimiento de la calle de la Franja anuncia: “Estamos buscando a la persona que más huevos le eche por amor”. 

Las bases de la promoción, que tiene como premio final una cena para dos personas con una tortilla de por medio, no sólo se reduce a los enamorados, sino también a aquellos que buscan conquistar a otra persona. Los interesados en participar solamente tienen que dejar un comentario en la página de Instagram de Volteo y, a partir de ahí, esperar a que la gerencia ponga todos los medios a su alcance. “Si tu comentario es el elegido tendrás que demostrarlo. Nosotros nos encargaríamos de costearlo”. 

Respuesta

A pesar de que sólo con pasar por la calle de la Franja es fácil intuir la dimensión que ha cobrado Volteo en cuestión de un par de meses, el volumen de respuestas ha sido brutal y ha desbordado las expectativas más optimistas: más de 120 comentarios en unas horas. Como era de esperar, algunos de ellos son quimeras y otros, literalmente, propios de románticos de película pastelosa: desde cruzar Estados Unidos a caballo e hincar rodilla después hasta, simplemente, “ser fiel”. Hay espacio para demostraciones terraplanistas, desafíos sobre un ring al propietario Abdel 'Indomable' o “ir a Francia, estamparle una tortilla a un francés y gritarle: '¡Esto sí es una tortilla!'”. 

Abdel 'Indomable', propietario del establecimiento, fue el encargado de protagonizar el vídeo y el desafío a través de las redes sociales. Y, como quien hace la ley se sabe la trampa, advierte a los románticos de postín: “Algunos hablan de puenting o paracaidismo y otros de tatuarse cosas raras, pero también hay quien intenta aprovechar para que les paguemos unas vacaciones. No cuela”. 

Sobre las motivaciones que le han llevado a la iniciativa, Abdel dice: “Surgió hablando de lo que la gente habla y promete, pero los pocos h** que tienen a la hora de demostrarlo. Quisimos aprovechar la ocasión para lanzar un reto. Sortear una cena o una comida no supone nada y queremos premiar a los que de verdad le echan h** al amor”.