Por primera vez en la historia, la obesidad infantil ha superado al bajo peso como la forma más prevalente de malnutrición entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años. Este alarmante cambio ha sido documentado en el informe "Alimentando el negocio: Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia", publicado por UNICEF.
Según el informe, la prevalencia de la obesidad en niños y adolescentes ha aumentado del 3 por ciento en el año 2000 al 9,4 por ciento en 2025, y ya afecta a aproximadamente 188 millones de menores de edad.
En comparación, la prevalencia del bajo peso ha disminuido del 13 por ciento al 9,2 por ciento en el mismo período. Este cambio ha convertido a la obesidad en la forma más común de malnutrición en todo el mundo, con excepción de los países del África subsahariana y Asia meridional.
El informe destaca varios factores que han contribuido al aumento de la obesidad infantil:
La obesidad infantil está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves, como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, puede afectar el desarrollo físico y emocional de los niños, comprometiendo su calidad de vida y bienestar general.
En España, el Ministerio de Sanidad confirma que tres de cada diez niños presentan sobrepeso u obesidad, con un 22,6 por ciento con sobrepeso, 8,7 por ciento con obesidad y un 2 por ciento con obesidad severa, según datos clínicos de más de 237.000 menores atendidos en atención primaria.
En niños entre 6 y 9 años pertenecientes a familias con ingresos inferiores a 18.000 euros anuales, casi la mitad (46,7 por ciento) presentan exceso de peso, una situación que evidencia la fuerte correlación entre obesidad infantil y vulnerabilidad socioeconómica. El estudio ALADINO 2023 proporciona una cifra específica: la tasa de obesidad infantil alcanza el 15,9 por ciento en niños entre 6 y 9 años.
A pesar de estos datos, UNICEF ha destacado a España como un "ejemplo positivo" en la lucha contra la obesidad, y cita, por ejemplo, el Real Decreto de comedores escolares, que establece normas para ofrecer menús saludables en las escuelas.
UNICEF un llamamiento a los gobiernos para que adopten políticas contundentes. Según el organismo internacional, para revertir la tendencia creciente de la obesidad infantil, es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya:
Además, promueve la campaña “Fix My Food”, un movimiento juvenil global que impulsa el cambio de políticas para garantizar que los entornos alimentarios favorezcan la salud infantil.
Abordar la obesidad infantil requiere un compromiso conjunto de gobiernos, instituciones educativas, familias y la sociedad en general para crear entornos que promuevan la salud y el bienestar de los niños.