El uso de medicamentos como Ozempic, inicialmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2 y ahora populares para la pérdida de peso, ha aumentado significativamente entre mujeres en edad fértil. 

Sin embargo, un estudio reciente revela que muchas de estas mujeres no están utilizando métodos anticonceptivos efectivos, lo que podría llevar a embarazos no deseados y potenciales riesgos para el feto.

Investigadores de la Universidad de Flinders, en Australia, han analizado datos de más de 1,6 millones de mujeres de entre 18 y 49 años que asistieron a consultas médicas entre 2011 y 2022. De las 18.010 mujeres que comenzaron a recibir agonistas del receptor GLP-1 (como Ozempic) durante ese período, solo el 21 por ciento informó estar utilizando anticonceptivos. 

Este hallazgo es alarmante, ya que indica una falta de conciencia o comunicación sobre los riesgos asociados al embarazo durante el tratamiento con estos medicamentos.

Riesgos para el embarazo y el feto

Aunque los agonistas del GLP-1 han demostrado ser efectivos para la pérdida de peso, existen preocupaciones sobre su seguridad durante el embarazo. 

Estudios en animales han vinculado la exposición a estos medicamentos con un crecimiento fetal reducido y anomalías esqueléticas. Aunque los datos en humanos son limitados, los expertos advierten de que los posibles riesgos no deben subestimarse.

Los investigadores enfatizan la urgencia de establecer directrices más claras y consistentes para la prescripción de estos medicamentos a mujeres en edad fértil. 

Asimismo, recomiendan a los profesionales de la salud que informen a sus pacientes sobre la importancia de utilizar métodos anticonceptivos efectivos durante el tratamiento con agonistas del GLP-1. Además, se recomienda que las mujeres consulten a su médico sobre los riesgos y beneficios de estos medicamentos antes de iniciar el tratamiento.

El aumento en el uso de Ozempic y medicamentos similares para la pérdida de peso entre mujeres en edad fértil plantea preocupaciones sobre la falta de anticoncepción y los posibles riesgos para el embarazo. 

Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como las pacientes estén informados y tomen medidas para garantizar un uso seguro de estos medicamentos. La implementación de directrices claras y la educación adecuada son pasos esenciales para prevenir embarazos no deseados y proteger la salud materna e infantil.