La transformación de la parcela del antiguo Colegio Peleteiro, en el Ensanche de Santiago, avanza con una nueva propuesta urbanística acordada entre el Ayuntamiento y la Sareb. El proyecto contempla la construcción de unas 160 viviendas, con una reserva del 45% para vivienda protegida, así como 400 plazas de aparcamiento y una planta baja destinada a usos comerciales, de ocio y restauración.
La alcaldesa Goretti Sanmartín y el concejal de Urbanismo Iago Lestegás han presentado este jueves en rueda de prensa los detalles de la propuesta, que se someterá a debate en el próximo Pleno municipal. Sanmartín ha calificado la iniciativa como “una magnífica oportunidad para Santiago”, destacando la importancia de contar con una reserva significativa de vivienda protegida en pleno centro de la ciudad.
El planeamiento urbanístico de esta parcela ha sido objeto de debate durante años. Según explicó Lestegás, el proyecto inicial contemplaba un uso mayoritario de la superficie para comercio, ocio, restauración y hotelería. Sin embargo, la nueva ordenación reduce el peso del sector terciario y prioriza el uso residencial, con un diseño similar al del Ensanche, donde los locales comerciales se ubican en planta baja y las viviendas en las superiores.
Además, se mantienen 900 metros cuadrados para equipamiento comunitario, destinados a la creación de un centro de día, así como 1.300 metros cuadrados de espacio público. El edil de Urbanismo ha subrayado que esta propuesta supone una solución muy positiva para unos terrenos que llevan años sin uso y ha expresado su deseo de que el proyecto se materialice pronto.
El próximo lunes, la propuesta será presentada en la Comisión informativa previa al Pleno del jueves 27 de febrero, donde se someterá a la consideración de todos los grupos municipales. La alcaldesa ha mostrado su confianza en que se logre una aprobación unánime, asegurando que el acuerdo responde a las necesidades de la ciudad y cuenta con el respaldo del tejido asociativo y vecinal.
Sanmartín ha recordado que este proyecto es fruto de meses de negociaciones con la Sareb y el Ministerio de Economía, con el objetivo de desbloquear el futuro de la parcela y garantizar un desarrollo que beneficie a Santiago.
Con esta modificación urbanística, el Ayuntamiento apuesta por un modelo de ciudad equilibrado, con mayor oferta de vivienda protegida y un Ensanche revitalizado.