El conflicto laboral en Illunion Lavanderías de Santiago de Compostela acaba de estallar. La plantilla del centro especial de empleo, junto a la CIG-Servizos de Compostela, inició este lunes un calendario de movilizaciones con una concentración a las puertas de la empresa para exigir un convenio colectivo que mejore sus condiciones laborales y salariales.

Las movilizaciones no se detienen ahí: el comité ha anunciado cuatro jornadas de huelga para los días 28 y 29 de abril y 2 y 3 de mayo, así como nuevas acciones la próxima semana. Todo ello a la espera de lo que pueda resolverse en la reunión de mediación prevista mañana miércoles en el Consello Galego de Relacións Laborais (CGRL).

Una plantilla vulnerable y una propuesta insuficiente

La lavandería industrial, que forma parte del grupo Once y presta servicios a hospitales, hostelería y empresas, cuenta con alrededor de 200 trabajadores y trabajadoras, de los que un 90% tiene algún tipo de discapacidad. Desarrollan su labor de lunes a domingo, incluidos festivos, en jornadas intensas y muchas veces de pie durante ocho horas, en condiciones de altas temperaturas y riesgo bacteriológico.

Sus condiciones están reguladas por un convenio provincial del sector de lavanderías de A Coruña, que no se actualiza desde 2012. Actualmente, el salario base está fijado en 964 euros, aunque es complementado administrativamente para alcanzar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

La empresa ha presentado una oferta que el comité califica de “claramente insuficiente”: un incremento salarial mínimo, una ligera subida de los complementos por festivos y domingos, y más tiempo para consultas médicas. Pero no hay avances significativos en los puntos clave.

Lo que pide la plantilla

El comité de empresa reclama medidas de fondo:

• Reducción de jornada laboral, imprescindible para un colectivo que realiza tareas físicas exigentes.
• Subida del salario base, incorporando el SMI directamente en las tablas salariales.
• Reconocimiento de la penosidad, peligrosidad y toxicidad del trabajo, con mejoras reales en las condiciones laborales.

Desde la CIG-Servizos de Compostela recuerdan que Illunion recibe importantes ayudas públicas de la Xunta de Galicia y de la Unión Europea, que financian parte de los salarios y apoyan mejoras en la planta. Sin embargo, denuncian que persisten graves problemas, como las dificultades para conciliar o la necesidad de ir a la huelga para garantizar derechos básicos.

Si no hay avances en la mesa de negociación, el comité advierte que valorará nuevas jornadas de huelga.