El nuevo alcalde del ayuntamiento coruñés de Touro es Jesús Reboredo, del PP, elegido este martes tras una moción de censura pactada con el concejal tránsfuga Darío Rey.
Rey abandonó el Ejecutivo local en 2024, pasó a formar parte de la corporación como edil no adscrito y firmó la iniciativa para deponer a su anterior compañero de candidatura, Roberto Castro, y entregar la vara de mando municipal al PP.
De esta forma, el PP vuelve a ostentar una alcaldía que, hasta las pasadas elecciones locales, había mantenido durante más de dos décadas Ignacio Codesido, antiguo regidor que inició su carrera política en el PSOE.
El nuevo alcalde ha argumentado que la moción de censura era necesaria para resolver una situación "insostenible" en un ayuntamiento donde -según ha expuesto- el grupo de gobierno había perdido la confianza del pleno y era incapaz de aprobar presupuestos, a la vez que se perdían subvenciones, se incumplía el programa electoral y se deterioraban los servicios municipales.
"Realmente la situación actual nos obliga", ha sostenido Reboredo, que ha definido la moción como un "ejercicio de responsabilidad" para terminar con los "abusos de poder" en la alcaldía y devolver la "normalidad democrática" a Touro.
Sin embargo, Castro, de Movemento Veciñal, en su intervención ha replicado que el relevo en la alcaldía únicamente obedece a los intereses económicos del concejal tránsfuga, una persona "políticamente indeseable", ha dicho.
"Nosotros no somos como los que van a venir ni somos como los que estuvieron antes", ha declarado Castro, y ha defendido su gestión pese a haber estado en minoría plenaria más de la mitad del mandato.
Al comienzo del discurso del alcalde saliente, Rey ha abandonado el pleno y no ha vuelto al salón hasta concluir, además de rehusar hacer uso de su turno de palabra como concejal para exponer los motivos de la moción de censura.
A la reunión plenaria celebrada esta mañana en el Consistorio han acudido varios alcaldes del PP en municipios del área de Santiago de Compostela próximos a Touro, como Boqueixón, O Pino, Oroso o Trazo.
El acuerdo para la presentación de la moción de censura en Touro tiene como base un pacto sobre la supervisión que el ayuntamiento debe hacer del proyecto minero que la empresa Cobre San Rafael quiere instalar en este municipio y en el vecino de O Pino para extracción de áridos y cobre.
Esta polémica iniciativa ha despertado una importante movilización social en contra ante los posibles riesgos de contaminación en el entorno, por lo que se encargará a una consultora "independiente y especializada" que asesore jurídicamente al ayuntamiento.
Además, está previsto constituir una comisión específica, presidida por Rey, para debatir y tomar las decisiones de competencia municipal relacionadas con ese proyecto minero.
La de Touro es la segunda moción de censura que prospera en Galicia en días consecutivos, después de que ayer el PSOE arrebatase al PP la alcaldía de Noia apoyándose en el voto de un concejal que había abandonado el grupo de este último partido.
La decisión del Tribunal Constitucional de eliminar de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) la prohibición expresa de que los ediles tránsfugas puedan apoyar este tipo de iniciativas ha propiciado un agitado verano en Galicia con varias mociones en un breve periodo de tiempo.
Así, el próximo 19 de agosto la alcaldesa de Fisterra, Áurea Domínguez (AdV), prevé afrontar la última de las ya tramitadas y ceder previsiblemente su cargo al PP.
En total, ha habido ocho mociones de censura exitosas en los ayuntamientos gallegos desde los pasados comicios municipales de mayo de 2023, cinco de las cuales han favorecido al PP, dos al PSOE y una a una organización independiente.