Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela atendió durante 2024 a 46.512 personas, un 8 % más que el año anterior, en un contexto de agravamiento sostenido de la exclusión social, especialmente vinculado a la falta de acceso a una vivienda digna. Así lo ha expuesto la directora de la entidad, Pilar Farjas, durante la presentación de la Memoria 2024, en la que alertó de que “ya no hablamos de situaciones puntuales de vulnerabilidad, sino de trayectorias de pobreza más largas, más intensas y con más obstáculos para salir de ellas”.
Farjas reclamó “recursos, estrategia y voluntad política y social” para responder a una realidad que calificó de urgente y estructural.
El informe advierte que el 29 % de los hogares acompañados presenta exclusión residencial, el dato más alto en los últimos cinco años y ocho puntos superior al registrado en 2018. Cáritas considera que se ha consolidado una emergencia habitacional que vulnera derechos fundamentales y que requiere una respuesta urgente y coordinada.
Durante 2024, 826 personas fueron acogidas en recursos residenciales gestionados por la entidad, desde viviendas familiares hasta centros para personas sin hogar o mayores en situación de vulnerabilidad.
“La vivienda se ha convertido en un factor estructural de exclusión social. Las políticas públicas no están a la altura del desafío que enfrentamos”, denunció Farjas.
Además del acceso a la vivienda, Cáritas atendió a 17.141 personas que necesitaron ayuda para cubrir necesidades básicas como alimentación, productos de higiene, suministros o servicios de salud.
En el ámbito laboral, 3.237 personas participaron en itinerarios de inserción, con una tasa de empleo del 33,7 %.
La soledad no deseada afecta cada vez a más personas: 2.599 fueron acompañadas por la entidad en situaciones de aislamiento social, especialmente mayores, mujeres solas, migrantes o jóvenes sin red familiar.
El perfil de las personas atendidas confirma que la pobreza afecta sobre todo a mujeres (54 %) y a personas en edad laboral (46 % entre 36 y 65 años). Además, el 55 % son de origen extracomunitario y un 32 % de los hogares atendidos tiene menores a cargo, lo que evidencia la vulnerabilidad de las familias, especialmente las monoparentales encabezadas por mujeres.
También preocupa el crecimiento del número de jóvenes sin independencia económica ni apoyo familiar, así como el aumento de personas mayores solas, especialmente mujeres, que sufren exclusión relacional y residencial.
Cáritas gestionó en 2024 un presupuesto total de 8.856.779 euros, con un gasto de 8.674.721 euros y un resultado positivo que garantiza la sostenibilidad de sus programas sociales.
El 39 % del presupuesto se destinó a ayudas sociales directas, con financiación mayoritaria procedente de donaciones privadas (42 %), subvenciones y colaboraciones con más de 100 entidades públicas y privadas, entre ellas la Xunta de Galicia, concellos, diputaciones y empresas como Gadisa, NH Hoteles, El Corte Inglés, Clece o las fundaciones Amancio Ortega y Rubido Romero.
Durante la presentación, Cáritas lanzó un mensaje contundente a las administraciones y a la sociedad: “La exclusión social no es inevitable. Es consecuencia de decisiones políticas, económicas y sociales. Mientras esas decisiones sigan dejando a personas fuera, Cáritas seguirá estando dentro, al lado de quienes más lo necesitan”, recalcó Farjas.