En la era digital, las redes sociales se han convertido, para algunos, en un escaparate de sus vidas. En el caso de muchos padres, esto se traduce en compartir con orgullo cada paso, cada logro y cada travesura de sus hijos. A esta práctica, cada vez más extendida, se le conoce como sharenting: la costumbre de los padres de compartir habitualmente información, fotos y vídeos de sus hijos en internet.
Si bien la intención suele ser celebrar la alegría de la paternidad y conectar con otros, el sharenting plantea serias preguntas sobre la privacidad, la seguridad y el bienestar de los menores en el mundo digital.
Es común encontrar perfiles de padres y madres mostrando con entusiasmo la vida de sus hijos en plataformas como Instagram, Facebook, TikTok o incluso YouTube. Desde el anuncio del embarazo hasta el primer día de colegio, pasando por cumpleaños y vacaciones familiares, cada momento se documenta y se comparte con una audiencia, a menudo, desconocida.
La tradición de compartir momentos familiares siempre ha existido. Sin embargo, la llegada de las redes sociales ha amplificado exponencialmente el alcance de estas publicaciones. Lo que antes se limitaba al círculo cercano de familiares y amigos, ahora puede ser visto por miles de personas, incluyendo desconocidos con intenciones no siempre benignas.
La cultura del "me gusta" y la búsqueda de validación social también juegan un papel importante en el sharenting. Muchos padres encuentran gratificante recibir comentarios y reacciones positivas a las fotos y vídeos de sus hijos, lo que puede generar una necesidad de compartir cada vez más. Además, existe una presión social implícita para mostrar una imagen de familia feliz y perfecta, lo que puede llevar a una sobreexposición de la vida de los niños.
Aunque la mayoría de los padres que practican el sharenting lo hacen con buenas intenciones, existen una serie de peligros y riesgos asociados que a menudo se pasan por alto:
Si bien los padres tienen derecho a compartir aspectos de su vida familiar, este derecho no es absoluto y debe equilibrarse con el derecho fundamental de los niños a la privacidad y a la protección de su imagen.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha publicado guías y recomendaciones para padres sobre cómo practicar un sharenting responsable. Estas recomendaciones incluyen la importancia de obtener el consentimiento de los hijos (cuando tengan edad suficiente), limitar la cantidad y el tipo de información compartida, configurar adecuadamente la privacidad de los perfiles y reflexionar sobre las posibles consecuencias a largo plazo.
Además, existen voces que abogan por una mayor regulación del sharenting, especialmente en los casos en que se evidencia un perjuicio para el menor. Algunos expertos sugieren que se deberían establecer límites más claros sobre qué tipo de contenido se puede compartir y cuándo se considera que se está vulnerando el derecho a la intimidad de los niños.
Si eres padre o madre y utilizas las redes sociales para compartir momentos de tus hijos, es fundamental que lo hagas de forma consciente y responsable. Aquí tienes algunos consejos para proteger la privacidad y la seguridad de tus hijos online:
El sharenting puede parecer una forma inocente de compartir la alegría de la paternidad, pero es crucial ser conscientes de los riesgos que implica. Debemos fomentar una cultura de la responsabilidad digital y priorizar la protección de la privacidad y el bienestar de los niños en el entorno online.
Antes de hacer clic en "compartir", recordemos que la infancia es un tesoro que debemos proteger, tanto en el mundo real como en el digital. La intimidad de nuestros hijos es un derecho fundamental que debemos respetar y preservar para garantizar su seguridad y su desarrollo saludable en el futuro.